-Bienvenido a Starbucks ¿Qué va a ordenar?- pregunto el ojiazul.
-Un Capuccino mediano por favor.
-¿Cuál es su nombre?
-Cinaferonte- el rubio río al escuchar su voz y como ese chico pelinegro se llamaba. El ojiazul escribió "Cinaferonte" junto a un...
Jos no dejaba de mirar aquel vaso. "Graciasporaparecerenmivida", eso era raramente lindo.
Sonrió automaticamente, se sentía feliz, un sentimiento que no se podía expresar.
Salio de su departamento, era temprano.
Camino hacia el Starbucks.
A decir verdad, hacia mucho frío. Apenas comenzaba a salir el sol y Jos sabia que seria un gran día.
El local seguía cerrado, se sentó en el pavimento y se coloco sus audífonos.
Comenzó a sonar Amnesia de 5 Seconds Of Sumner.
Pasaron varios minutos y un rubio se paro frente al pelinegro, este ultimo estaba tan concentrado mirando sus vans desgastadas que no se percató de aquello.
—Jos— lo llamó.
Jos se quito un audífono y miro al rubio.
—Alonso— susurro.
El mayor se levanto rápido de su lugar y le sonrió al menor.
—¿Qué haces aquí tan temprano?— pregunto Alonso.
—Vine a buscarte...— Jos miro las rosadas mejillas, ocasionadas por el frío, del rubio.— No trabajes hoy, ven conmigo.
—¿A dónde? —rio tierno Villalpando.
—Vamos a la feria, tengo tantas ganas de ir.
—Pero no puedo faltar a mi trabajo.
—Llamaremos y diremos que estas enfermo.
—Ay Jos— Villalpando lo miro con dulzura— Esta bien— dudo.
—Genial, vamos— tomo la mano del menor y lo jalo entusiasmado.
Ambos llegaron a un restaurante y desayunaron ahí.
Platicaron buen un rato ya que se les paso el tiempo.
—Wow, tan rápido son las 2:00 pm.— Jos miro su reloj.
—Si, eso creo— hablo tímido Alonso.
—Eres muy tímido Alon, me encanta.
Villalpando agacho su cabeza ocultando el rojizo color de su cara.
—Hey— Canela tomo el menton de Villalpando haciendo que lo mirara— Aun sigues siendo lindo.
—J-Jos basta— trato de ocultar su sonrisa.
Jos rió con dulzura.
—Vamos, pasemos un increíble día hoy.— propuso Jos.
Ambos chicos caminaron hacia el parque de diversiones.
Llegaron y subieron a unos cuantos juegos.
—¿Y tienes hermanos Alonso?— pregunto Jos agarrando del algodón de azúcar de Alonso.
—Si...
—¡Alonso!— exclamo Jos interrumpiendo a Alonso— Subamos a la montaña rusa.
—No, Jos, me da miedo.
—No seas así Alon, vamos, estarás seguro conmigo, lo prometo.
—Esta bien— volteo los ojos.
Ambos subieron a aquel juego mecánico.
Alonso moría del miedo mientras Jos se divertía.
—¿Te gusto?— preguntó el mayor.
—No estuvo mal.
—Vez, te dije que seria genial.
Siguieron un rato en la feria, entre bromas y comentarios llegaron al local de comida rápida.
—¿Tienes hambre? — pregunto Jos.
—No. Estoy bien.
—Bueno...
—Jos— lo interrumpió Villalpando.
—¿Qué?
—Gracias por todo.
—Gracias a ti Alonso, por cierto me gusto lo que escribiste en mi vaso ayer.
Alonso no dijo mas y beso la comisura de los labios del mayor.
—A-Alonso— susurro.— Creo que...— se sonrojo — Sera mejor que volvamos a casa.
El rubio asintió un poco decepcionado, creyó que Jos reaccionaria de otra forma, a lo mejor solo se estaba ilucionando y Jos en verdad no lo quería. A lo mejor Jos lo veía como otro amigo mas.