05. No te disculpes tanto

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Ya han pasado días luego de aquel estúpido reto de Renji, aunque debo admitir que me gustó que ese chico malo me besará. También mi madre me ha castigado debido al problema que tuve quedándome dormida en las clases. Mi castigo consiste en no salir.

Y para hacerme sufrir, Seidou y los chicos diariamente planean salidas.

– Tía Hinata, ya me voy– Seidou le avisó a mi madre que ya se iba.

– ¡Seidou!– le grité desde mi habitación.

– ¿Qué pasa, Kohina?– preguntó Seidou, sin dejar de mirar su celular.

– Mi primo tan lindo y bueno, ¿puedes convencer a mamá de qué me quite el castigo?

– ¿Por qué yo? No es mi culpa que te quedes dormida en clase.

– Seidou, por favor. ¡Te recompensó con lo que quieras!

Seidou suspiró. – Vale, pero te aseguro que te va a salir muy caro.

(...)

– Kohina, te quito el castigo solamente porque Seidou me ha convencido– me dijo mamá.

– Arigato Nukasa, te aseguro que lo de quedarme dormida no volverá a pasar. ¡Adiós!

(...)

– Miren, Kohina ya no está castigada– dijo Renji señalandome, a lo cual Hisagi me miró y luego rodó los ojos.

– Ja genial, eso significa que ahora que estamos todos podemos jugar otro juego– dijo Uryu ajustando sus lentes.

– No creo que se pueda...– ¿estoy loca o eso lo dijo un gato negro?

– ¿Pasa algo, Yorucihi-sama?– le preguntó Rukia al gato. Y yo parpadeé varias veces para poder lo que estaba viendo. Todos estaban hablando con un gato.

– El comandante les ha dado una nueva misión, Ikkaku y Yumichika fueron escogidos para que les ayuden– habló el gato negro nuevamente–. El nuevo objetivo de Aizen es destruir Karakura– dijo el gato por último para luego marcharse

¿Quién es Aizen?

– Pues parece que la salida de hoy se cancela– dijo Ichigo.

–Tenemos que irnos– dijo Rukia.

Debo pedirle disculpas a Hisagi por lo del beso, sólo fue un ridículo juego. Pero mi conciencia me dice: "¿Para qué quieres pedir perdón? Si fue él quien te besó". Y quizás tenga razón, pero eso fue un mal entendido.

¿A quién engaño? Me gusto besarlo, pero, quizás él no sienta lo mismo.

– Hisagi– lo detuve tomándolo de la manga de su camiseta.

– ¿Qué quieres?– preguntó Hisagi, por primera vez, mirándome a los ojos. Y por primera vez, no fue grosero.

– ¿Recuerdas el tonto reto de Renji? Pues, quería pedirte disculpas por eso, enserio, yo no sabía que el juego consistía de ese tipo de retos– sentía mis mejillas arder, mierda, me estoy sonrojando. No ahora, por favor. ¿Qué pensará él si me ve así?

Después de que dije eso, él volteó a mirar a Ichigo y a los demás, regresó su mirada hacia mí, iba a hablar, pero antes de hacerlo suspiró. Luego se acercó a mi oído y comenzó a susurrar:

– ¿Por qué te disculpas por todo? No te disculpes tanto, además, fui yo quien te besó. Lo único que tú hiciste fue corresponder y no darme una buena cachetada. Si quieres hablar lo hacemos después, ya me tengo que ir– dijo Hisagi, para luego alejarse de mí e irse junto a Ichigo y los demás.

Sólo quedamos Seidou, Keigo y yo. Yo era la que se quedó riendo como tonta al haber escuchado el susurro de la masculina voz de Shuhei Hisagi.

➛ Me Enamoré de un... ¿Shinigami? 𖠵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora