07. Atacada por un Hollow

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– Shh. No hables fuerte, te podrían escuchar– me sentenció Hisagi, verificando de que nadie nos estuviera viendo.

– Entiendo que quieras hablar conmigo pero, ¿¡por qué en el baño de los hombres!?– me quejé.

– Sólo quería felicitarte en privado.

– ¿Y por qué? Yo no fui la que parió.

– No seas tonta, pero es tu hermano. Espera, viene alguien.

Matenme ahora, un desconocido está apunto de verme en el baño de los hombres con un chico. Y como la juventud de hoy es perversa, pensarán lo peor.

Y adivinen donde me escondí, así es, en uno de los baños, mientras Hisagi finge que se lava las manos; juro que voy a matar a ese chico.

– Ya puedes salir, sólo ten cuidado cuando vayas a salir del hospital– me advirtió Hisagi.

– Muy bien estúpido, ya te mataré en otro momento– me miré al espejo para luego salir del baño.

– Estúpido, eso duele, ¿sabes?– dijo Hisagi sarcástico.

– ¿Y quién lo dice? ¿Corazón de piedra?

– Kohina, no juegues con fuego que te puedes quemar.

– Eso lo quiero ver, Shuhei Hisagi.

Salí del baño dando un portazo y me dirigí a la cafetería. Agradezco de que nadie me haya visto salir del baño de los hombres.

Tomé un jugo de naranja y una dona para calmar un poco mi hambre. Me senté en una pequeña mesa libre para disfrutar con tranquilidad mi pequeño postre.

(...)

– Aún no me darán del alta cariño, me quedaré hasta mañana– me informó mi madre–. Tu padre se quedará conmigo y Seidou ya se fue, así que quería pedirte que...– la interrumpí

– Que vayas con cuidado hacia la casa– completé su oración–. Lo sé mamá, ya me voy. Cuidense. Adiós.

Tomé mis cosas para salir del hospital e ir caminando hacia la casa, que por suerte, puedo llegar caminando, aunque tarde un poco.

Estaba lloviendo. Así que me puse mi abrigo, me coloqué la capucha en la cabeza y comencé a caminar hacia mi casa, mientras sentía como las gotas de lluvia caían sobre mi cabeza.

Nunca he tenido miedo al salir de noche, pero por alguna razón, ahora me siento asustada.

Miró a mis alrededores para ver si alguien me seguía o vigilaba, pero no era así, yo era la única que se encontraba ahí. Sigo caminando, ahora con mi mirada fija en el suelo, cuando escucho unos rugidos horribles, desearía no haberlos escuchado. Miró a los edificios que dan entrada a un callejón y veo una figura gigante. Tenía un gran agujero en su pecho y vestía una máscara de carabela blanca. Y entro en pánico al ver que se dirige hacia mí.

Corro en dirección contraria, mientras grito pidiendo ayuda. Ojalá y alguien me escuché, tengo miedo.

Miró hacia atrás y ahora ese monstruo se encuentra en el suelo cortado por la mitad. ¿Qué pasó?

– ¿Puedes ver esa cosa? ¿Puedes verme?– preguntó un chico que tenía una espada y vestía ropa negra.

– ¿¡Hisagi!?– no puede ser...

– ¿¡Kohina!? Te dije qué salieras del hospital con cuidado, ¿¡qué pasó!?

– Yo... yo... ¿¡qué era esa cosa!?

– ¿Recuerdas qué querías saber que era un hollow? Bueno pues, ese era uno.

➛ Me Enamoré de un... ¿Shinigami? 𖠵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora