mentiras y verdades

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Practicaban todos los dias, combate con armas, sin armas, saltos, hechizos, desaparición, distracción, velocidad... Sebastian terminaba muerto de cansancio pero ya había mejorado bastante, Victoria ocupaba un 90% de sus pensamientos y el otro 10% era para las formas en que llegado el momento mataria a quien se le cruzara en el camino.

- te has puesto a pensar que lo mas seguro es que termines luchando con Alek? - preguntó un dia Aitanna preocupada.

- estoy seguro de eso.

- yyy... no estás preocupado?

- de nada sirve preocuparme... mira Aitanna sé quien es mi hermano y la reputación que tiene, haria todo por evitar una pelea con él pero si no tengo otra opción lo haré.

- lo..lo matarias?- preguntó con miedo.

Sebastian se quedó viendo al vacío, pensativo...- si el no me deja otra opción.

*****

- creo que sigue enamorada de él.

- por una foto Adriel? eso no dice nada, la conozco y se que si aún sintiera algo por él no estaría contigo.

- no fué justo sabes? la forma en que lo hicieron desaparecer, lo que le han hecho creer a ella... es solo que si todos sabemos que ella es parte de mi él no haria gran diferencia si estuviera aqui.

- él nunca iba a permitir que se conocieran, siempre hubiera puesto trabas para que nunca se encontraran, por eso fue castigado.

- lo entiendo en cierta forma, ella tiene algo que te jala hacia ella, que no te deja ver otra opción más que la de estar a su lado, de protegerla.

- el punto Adriel, es que nosotros estamos para cuidarlos, guiarlos, hacer que se encuentren y cumplan asi su misión de vida, no para arruinarles la vida con nuestros encantos jaja.

- Victoria descubrirá algún dia lo que soy.

- tu y ella fueron uno alguna vez, asi que creo que en el fondo lo sabe.

- estoy tan arrepentido. ..

- bueno, tendrán que perdonarse un par de cosas y aceptar otras pero de eso se trata el amor!

Alek desapareció dejando una pequeña bruma, Adriel la observó hasta que no quedó nada, la ciudad bullia a sus pies, el edificio era bastante alto y la bruma empezó a desaparecer, el reloj de la catedral dió las 12, las campanadas empezaron uniéndose al barullo de abajo, sólo hasta ese momento se levantó y se tiró al vacio.

*****

Ya casi era tiempo de regresar a la universidad, las maletas empezaban a llenarse y la nostalgia se acumulaba, sólo que ya le emocionaba que Adriel la acompañaría y no tendría que enfrentarse sola a Sebastian o a Vanessa, tampoco viviria en los dormitorios ya, habia encontrado un loft en las afueras del pueblo que simplemente era bellísimo y donde podría estar a sus anchas con él aunque ni siquiera se habian tomado de las manos.

Le carcomia la ansiedad de saber que en algún punto se tendria que topar con Sebastian y que le diria? como se comportaria? porque una cosa es que se hubiera envalentonado al mandarle el mensaje pero no era lo mismo decirlo en persona.

Habia hablado con Andrea toda esa semana, planeando el open house y las clases que tomarian juntas, de Adriel, lo estúpido que habia sido Sebastian al dejarla ir por vanessa y lo mucho que se extrañaban.

La última noche en casa... tendida en su cama con Adriel al lado, sus manos casi se tocaban, los dos miraban hacia el techo como buscando palabras que no podian decir.

Una brisa helada entró por una ventana y Victoria se estremeció, como si eso hubiera sido una señal Adriel se levantó y la cerró, se quedó parado observandola, no podía descifrar su mirada pero le aterrorizaba que la viera así.

- que haces? - preguntó él frunciendo el ceño.

- que hago de que?- preguntó incómoda y sorprendida.

- me ves como si te diera miedo, como si quisieras huir.

- claro que no, solo que me ves dd una forma que no.me gusta, como si yo no fuera nada para ti.

esto al parecer lo tomó por sorpresa. - en serio crees que no significas nada para mi?

- no lo afirmo pero me ves así.

- creo que no se te da eso de descifrar miradas verdad- dijo con una sonrisa mientras se acercaba a ella.-porque eres todo para mi- se acostó a su lado, la tomó de la mano y la acercó a sus labios- no podria estar sin ti...jamás.

Victoria empezó a ruborizarse, el aliento de Adriel acariciándole la muñeca había sido completamente inesperado y la ponia muy nerviosa. - yo tampoco podria estar sin ti- le contestó poniéndose muy roja

- te amo- dijo dándole un beso en la muñeca. - te amé desde que te vi en ese primer sueño- y con cada palabra le daba un beso en el brazo subiendo- te voy a amar siempre- Victoria sintió el beso en el cuello y todo su ser respondió, casi podia escuchar su corazón, Adriel la estaba subiendo por su cuello, su mandíbula, sus mejillas encendidas, las comisuras de su boca,  ella abrió los ojos y lo vió, la observaba con tanta dulzura.

Ella lo tomó por el cabello con ternura y lo acercó, sus labios se unieron y todo fué como una explosión, como si el universo estuviera esperando ese momento para congelarlo en el tiempo, como si eso hubiera sido la razón de su existencia, sintió sus latidos volviéndose uno con los de él, sus respiraciones, todo su ser, todo desapareció, solo existían ellos dos, su cabeza daba vueltas, y lo único en lo que ella podia concentrarse era en sus labios, que se sincronizaban tan perfectamente con los suyos.

no supo cuanto tiempo pasó pero cuando abrió los ojos, un amanecer empezaba a romper la oscuridad, estaban casi incrustados el uno con el otro, sus respiraciones agitadas...se sonrieron con ganas y él la besó en la frente.

- te amo- dijo ella.- te voy a amar siempre.

- me amarias aún si supieras que no soy un príncipe azul?- le contestó con una media sonrisa.

- no me importa si piensas que no lo eres.

- pero me seguirías amando?

- si... siempre!

A la sombra de tus sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora