A la sombra de tus sueños

Abrazo de luna

Apenas tengo fuerza para levantarme, he estado dos días en la cama, la noche del incendio estuve merodeando por ahi hasta que casi amaneció, pero fué un caos cuando volví a mi casa, Gabriel estaba ahí, mi mamá lloraba y mi padre estaba recorriendo los hospitales de New York buscandome, me sentí terriblemente mal por tenerlos así pero el haber visto a Sebastian me tenia peor asi que al día siguiente me mudé al que hubiera sido mi hogar con Adriel.

Las paredes aun desnudas me miraban compasivas... Gabriel no dejaba de marcarme pero recibia la misma respuesta "estoy cansada", no dejaba de darme vueltas lo que Sebastian me había dicho, y conociendo la naturaleza de Adriel no lo dudaba pero aún así, que tenía que hacer con esa maldita pelirroja o con Aitanna que se notaba que estaba enamorada de él a mas de un kilómetro. Y tampoco me importaba si ella había muerto en el incendio, mas le valía que si...

Unos golpes en la puerta me sacaron de mis pensamientos, me puse en alerta, si era Adriel lo mataría, ya no estaba para juegos con él, me levanté de la cama y caminé hacía la entrada, todo mi cuerpo estaba en tensión y oleadas de calor lo golpeaban, abrí la puerta lentamente preparada para dar el primer golpe pero unos ojos increíblemente verdes se me cruzaron.

- Gabriel!  que haces aquí - lucía serio y preocupado.

- tenía que verte

- yo... yo no estaba preparada... lo siento pero en verdad quiero estar sola- lo dije mas por la pena de como estaba vestida, unos shorts demasiado cortos y una playera enorme.

- que está pasando Victoria? - se pasó por un lado dandome un ligero empujón, se sentó en el único sillón que había y me miró con intención.

- nada es sólo que ...bueno yo...- las palabras se volvieron balbuceos y me quedé callada.

- asi que estas evadiendo la realidad?- su pregunta me sacó de onda, pero me iba a agarrar de eso si tenia la oportunidad.

- yo...si...es que fué horrible ver ese incendio y toda esa gente.- él se levantó y me abrazó, su perfume inundó mis sentidos, su calidez llenó todo mi ser, mis brazos rodearon su cintura automáticamente, mi cabeza se enterró en su cuello, y las lágrimas brotaron de mis ojos sin que pudiera hacer mucho por detenerlas.

Como explicarle lo que en verdad sentía! él tomó mi barbilla y puso mi rostro a la altura de sus ojos

- eres hermosa...-su aliento acarició mi piel, me inundó una inconsciencia... - me siento tan bien estando contigo.- cerré los ojos, todo mi ser pedía, rogaba que él se acercara mas.

Entonces besó mi frente y se separó, sentí como si un cubo de agua hubiera sido vaciado en mi cabeza.

Me quedé ahí parada sin saber que hacer o que decir.

- te puedo llevar a cenar?- me preguntó esperanzado

- si no me dejas opción. ..

él sonrió y me acarició la mejilla

- paso a las ocho por ti- me dió otro beso en la frente y se fué.

****

Ocho en punto y el timbre suena, me levanto del sillón esperanzada, sonrío mientras abro y esa sonrisa se congela cuando lo veo

- hola- me dice y su mirada derrite el hielo

- que haces aqui?

- quería verte, no hemos terminado de hablar

- no hay nada de que hablar y te pediría que te fueras porque espero a  alguien- esto parece sentarle como una bofetada pero se recupera y da un paso hacia mi.