Victoria

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Lo primero que veo al abrir los ojos es el rostro de Gabriel, casi me da un infarto de lo guapo que está, y la forma en que me mira me hace querer saltarle encima y hacerselo aqui mismo pero después de lo de ayer prefiero no intentarlo.

- dormiste bien?- me dice con una sonrisa.

- excelente- le contesto sin poder evitar sonreirle también.

-vamos a desayunar?

- si, muero de hambre- y mi estómago ruge para recalcar lo que acabo de decir

- te dejo para que te vistas y te espero allá abajo ok?

-gracias!

Sale del cuarto y yo salto de la cama al baño, me lavo la cara y uso un cepillo de dientes que está aun en su empaque, me peino el desastre de cabello que se me hizo y me pongo mi ropa y zapatos, abro la puerta y bajo las magníficas escaleras dando al hall de la mansión,  ahora sin toda esa gente luce en realidad bastante enorme, lo oigo reír y doblo a la derecha, un ancho pasillo me lleva al comedor, bellamente iluminado por la luz exterior, una gran mesa de madera es lo primero que veo, está llena de comida en platos laminados, hay doce lugares dispuestos, once ya ocupados y una silla vacía me espera a un lado de la de Gabriel, todos a uno me voltean a ver y puedo notar que todos son jóvenes, el más grande debe tener unos 35 años y los demás están en sus veintes, Gabriel se levanta y con él los demás, me estira la mano y se dirige a ellos

-ella es Victoria...Victoria, ellos son Daniel -señala al más grande que me saluda con un gesto de cabeza, tiene los ojos grises mas claros que los de Sebastian y parece sacado de una revista de moda, aunque es mucho mas corpulento que cualquier modelo, es una mole de músculos y alto,  muy alto- Chris - que está a la derecha de Daniel y es moreno casi como el chocolate y tiene los ojos rasgados que le da un aire algo exótico - Graco- quien parece un surfista bronceado y con el cabello ensortijado y despeinado- Andre- se me hace un nudo en el estómago al recordar a mi amiga, él inclina la cabeza casi como si supiera lo que acabo de pensar, es moreno muy claro, pero sus facciones son duras y fuertes, tiene la ceja poblada y su ondulado cabello negro le cae hacia un lado- Jeremy - su cabello rubio oscuro ondulado, ojos azules y  sonrisa perfecta lo hacen parecer muy accesible,-Marcel - de cabello negro cuidadosamente peinado y delicadas facciones, -Leo -quien haciendo honor a su nombre me recuerda a un león, con su melena rubia despeinada y ojos color miel,  -Jamie - de facciones angulosas, algo rocker, con aros y tatuajes por donde veas,-Raphael- su barba a medio crecer, tiene algo de árabe supongo por sus facciones - y por último éste es Michael- cabello oscuro, ojos muy verdes aunque mas oscuros que los de Gabriel y al pensar en esa similitud habló sin pensar

-como los arcángeles-

Gabriel voltea a verme algo curioso -como dices?

- nuestros nombres son los de los arcángeles- contesta en mi lugar Michael- si, es una buena coincidencia. Me sonríe.

Todos son increíblemente guapos y fuertes, creo que este sería el sueño de cualquier mujer.

Gabriel me lleva a mi lugar y yo tomo asiento, me sirve unos hot cakes y les pone fresas y chocolate, me sirve un vaso con jugo de naranja y otro con leche

- está bien así?

- más que bien, muchas gracias!

Todos nos miran con una sonrisita lo que me incomoda pero es Michael otra vez quien toma la iniciativa

- y dinos Victoria, dormiste bien?- al parecer había un doble sentido en su pregunta porque algunos rieron, Gabriel volteó a verlo molesto.

- ha Mike creo que te refieres a si pudo dormir con los gritos de la chica que trajo Jeremy, claro eran muy fuertes pero sabes que mi cuarto es el más alejado.- todos soltaron la carcajada y Jeremy se puso completamente rojo, gruñó unas groserias y le aventó un pedazo de pan a Michael.

- dejen de ventilar sus intimidades niños- dijo Daniel aún riendo- aunque por lo visto de eso se encargó tu ligue de anoche- dijo malicioso y de nuevo todos soltaron la carcajada.

****

La mañana habia pasado tranquila pero muy divertida, Gabriel la habia dejado en su departamento y habian quedado mas tarde en salir,  estaba en un mercadillo buscando muebles para su nuevo departamento, era como estar en otro mundo,  lleno de colores y otras lenguas, olores diferentes y personas con todo tipo de vestimentas.

Siempre le habia gustado eso, cuando era pequeña solía acompañar a su madre ahí y hacer de cuenta que era una princesa y ese su reino.

No notó cuanto tiempo caminó ni en que momento su madre se le perdió,  se paró en seco dándose cuenta de su error,  siempre le pasaba, se metía en su pequeño mundo y lo demás desaparecía, algunas personas la miraban adivinando que se había perdido, eran chicos aún pero podía notar la maldad en sus ojos.

- estás perdida princesa?-le dijo uno de ellos acercandosele.

- si pero supongo que no vas a ayudarme a encontrar el camino de regreso cierto?- esto pareció tomarlo por sorpresa, otro chico se acercó , era muy alto  y parecía un auténtico armario, sus dientes muy amarillos se asomaban a través de su sonrisa

- eres muy bonita, me pregunto que se sentirá estar con alguien como tú, acariciar esa piel y luego sacarte la vida a golpes...

- pues ven a intentarlo- sabia que venía y sintió la adrenalina correr por su cuerpo, el sujeto le quiso dar un puñetazo que esquivó con facilidad,  le agarró el brazo y apretó su puño, sintió los dedos romperse y lo oyó gritar de dolor, sus ojos estaban muy abiertos, como si no creyera que eso le estaba pasando, el primero que habia hablado sacó una pistola y le apuntó, esto solo la hizo reír, con un rápido movimiento le quitó el arma y la deshizo con sus manos, sentía fuego correrle por la piel, saboreaba el sufrimiento de esos hombres mientras los desmembraba y dejó a los dos primeros hasta el final, se les acercó lentamente, estaban en el piso totalmente fuera de sí, acababan de ver como una mujer se habia convertido en un ente oscuro que habia desmembrado a sus amigos y sabían que era su turno

- asi que les gusta violar chicas?- se agachó junto a ellos.

Salió del pequeño callejón limpiandose la sangre con un pedazo de tela, se preguntaba cuanto tardarian en descubrir los cuerpos y cuando eso pasara,  cual seria la hipótesis que la policia manejaria, ocho chicos totalmente destrozados y dos con su propio pene en la boca,"eso fué una obra de arte" pensó y no pudo evitar soltar una carcajada.

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espero les haya gustado, solo quería que conocieran un poco como empieza a cambiar Victoria y como piensa y siente. besos!

A la sombra de tus sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora