Sebastian

91 5 0
                                    

-porqué si la amas no dejas que sea feliz con ese chico?  él es una buena persona y lo sabes.

- si ella asi lo quiere lo haré... no sabes lo que daría por volver a besarla, aunque sea solo una vez mas.

- te compadezco Sebastian, todo ese amor y no puedes tenerla.

- la pierdo una y otra vez, lo sé, si tan solo ella supiera todo, si me escuchara.

- ella lo sabe Seb... pero esa parte de Adriel la consume.

- en que momento la metí en esto!

- no te sientas culpable sabes que para todo hay un propósito.

- perderla? saber que le pertenece a otra persona?

- ella no le pertenece a otra persona.

- Adriel es su mitad

- no lo es...

- que estás diciendo? lo soñaba, lo reconoció en cuanto lo vió.

- si en un momento lo pensé yo también pero cuando ella te volvió a la vida y su posterior transformación me lo dejó muy claro, verás. ..los sueños son la via para poder recordar, para reconocer a tu mitad, los oscuros se pueden mover en esos mundos, y han retado a Dios cambiando destinos a su antojo. Adriel se encaprichó con Victoria, y le hizo creer que era él a quien siempre ha soñado pero no lo es, en realidad ella ya conoció a su mitad solo que no sabe quien es, por eso no funcionó la transformación, porque esa luz, ese lazo la mantiene con esperanza.

- la voy a perder verdad?

- Sebastian, no entiendo tu amor tan fuerte por ella, pero es una elección, cuando te digo que ella no le pertenece a nadie es porque asi es, el hecho de que encuentres a tu mitad no significa que tengas que estar con ella, es tu elección...

- pero si no te quedas con ella no despiertas la luz.

- a pesar de ser quien eres aún eres muy humano Sebastian, la Luz no lo ve así, basta con que se conozcan y se amen en cualquier forma, para que las bendiciones lleguen mas fácil. Porque Él les dió libre albedrío!

- nunca lo había visto de esa forma.

- no fué un pecado que te enamoraras de ella.

- no sabes, mi vida me hacia feliz, ayudaba a que la gente siguiera sus caminos y se encontraran, a veces tenía que luchar con oscuros pero era perfecto todo, quería conocer un poco de la vida de ellos desde su realidad.

- me parece que viene algo importante. .. cuéntame, me gusta escuchar relatos.

- la primera vez que la vi, ella tenía ochos años, jugaba y se reía, una niña a su lado se cayó y ella la cuidó y la ayudó a ponerse de pie, aún cuando todos se burlaban la protegió y la llevó hasta su casa, ese gesto de amor me conmovió, hasta que un día precisamente el dia que murió mi mamá, la volví a ver, ella caminaba con una amiga, su sonrisa, sus ojos, en seguida la reconocí, no podía creerlo, después de tantos años ahí estaba, a la semana ya estaba matriculado en su universidad, el primer dia nos tocó una clase juntos, la única y entonces yo entré y ella levantó la mirada, fué la primera vez que nuestras miradas se cruzaron y fui suyo desde ese instante.

- pero eso no te ha impedido estar con otras mujeres...

- es una oscuridad que me domina a veces...eso me recuerda, tengo una cita.

- cuidate Sebastian

- gracias por escucharme Khevan.

Recordar como habia comenzado todo me hizo extrañarla mas.

Me dolía pensar que tal vez ella y yo jamás estaríamos juntos, que yo no pudiera vencer esa oscuridad y que ella jamás me perdonaría.

Caminaba recordando, dejando que el miedo me invadiera, pero dejando un pequeño lugar para la esperanza.

Entré en el pequeño callejón y abrí un portal, cuando lo pasé New York había quedado muy lejos, estaba en un bosque, el canto de los pájaros inundaba el ambiente, diez pasos y el lago se dejó ver, me senté a esperar.

Un destello entre los árboles y ahí estaba, con un vestido blanco que le llegaba a los tobillos y su cabello suelto cayéndole en ondas por su espalda, sus ojos verdes reluciendo, podía sentir su miedo, su oscuridad pero el amor en ella también.

Por un momento me quedo como idiota mirándola sin decir nada pero recuerdo que tenemos solo unos minutos, me levanto y voy hacia ella.

- hola- me dice tímidamente, ha bajado la guardia.

- hola, gracias por venir...

- te escucho.

No sé como empezar. .. asi que trato de ser lo mas rápido posible...no hay mucho tiempo.

- Victoria, todo este tiempo, no he hecho mas que protegerte, lo que tu has visto, es parte de una oscuridad que me ha embargado y con la que he luchado por años pero se ha intensificado desde que me diste parte de ti, es algo con lo que debemos luchar, yo sé que tu también estas tratando! tenemos que regresar con Iwisa, ella puede ayudarnos!por favor! -las lágrimas empiezan a recorrer mi rostro, regresa a mí!

ella me mira sorprendida y sus ojos se llenan de lágrimas, empieza a llover y sé que el tiempo se acabó. La abrazo y ella me corresponde, no paro de llorar y ella tampoco. No quiero separarme de ella, pero los portales se abren y las fuerzas nos separan.

Abro los ojos y Khevan me está mirando, tiene esa mirada que transmite tanta luz y paz, me levanto y sigo llorando, es sólo que esperé tanto por volverla a abrazar. Parezco un niño buscando el abrazo de su madre  después de caerse.

- ahora ella sabe quien eres, hemos pasado su oscuridad aunque ha sido difícil.

- espero que sirva de algo.

- te dije que te ayudaría.

********

Me siento en la cama, no puedo dejar de llorar. No sé donde encontrar a Sebastian.

Pero algo en mí empieza a cerrarse, la oscuridad se vuelve a abrir camino, me caigo de la cama tratando de luchar contra ella, mi cuerpo suda frío y sigo retorciendome en el suelo, escucho una risa lejana.

- eres mía- me dice.

A la sombra de tus sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora