Bárbara sintió que todo se había cumplido, que su tiempo había terminado. Pero Paulina Durán, no sólo se transformará en su mejor amiga, sino también le demostrará que siempre existe una nueva oportunidad en la vida, si se aprende a interpretar las...
Fátima se pega a la pared, su respiración se acelera y su corazón parece querer salirse de su pecho Traga saliva y comienza a caminar de regreso al restaurante Acelera el paso hasta correr Empuja la puerta del local e ingresa Se sienta en una silla cercana tratando de calmarse Respira hondo varias veces
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Una mesera se le acerca -Señorita, se encuentra bien?-
-Si...si!!- Fátima sonríe -Sólo que vi al hombre que amo- miente
La mesera ríe -Pues será mejor que le hable pronto, porque si con sólo verlo se pone así, no quiero pensar...-
-Mejor ni piense- Fátima le corta, más enojada que asustada -Por qué mejor no va a ver si ya está lista mi orden y deja de meterse en asuntos ajenos?- le dedica una mirada fulminante
-Uy que carácter, yo sólo quería ayudar- la mesera se retira
-Metida- gruñe Fátima
-Epa y ahora a ti que te pasa?- Sebastián ingresa con Juan Cruz en su carrito
-Y Marisela?- Fátima vuelve a sentir que el corazón le da un vuelco
-Tranquila, fue a la medicatura a buscar a Damián- Sebastián la mira sorprendido
-Fue sola?- Fátima tiembla de nervios
-Sí, sola- Sebastián esboza una sonrisa y se acerca a su novia -Amor, qué te pasa? Estas muy tensa, alguien te hizo algo?- La toma de los brazos
-Molto- escupe ella
-Molto qué? Te hizo algo?- Sebastián se asusta
-A mi no, pero a Marisela sí, le estaba sacando fotos, desde una camioneta negra- dice Fátima con la voz entre cortada
-Fotos? A Marisela? Por qué?- Sebastián se aparta un paso y se lleva una mano a la barbilla
-No tengo idea, pero si todo lo que dijo Bustamante es cierto, Marisela corre un gravísimo riesgo- a Fátima se le escapan algunas lágrimas
-Tranquila nena- Sebastián la abraza -Vamos a buscarla y la pondremos al tanto- le da un beso en la cabeza -Después vemos como la protegemos con Damián-
-Gracias- Fátima hipea aferrandose a Sebastián
La mesera se aclara la garganta
Sebastián levanta la cabeza y la mira
-Su orden- la mesera muestra el paquete
-Si, claro- Sebastián y Fátima se sueltan Ella no voltea, mientras se limpia las lágrimas Sebastián paga la orden, agarra el paquete y luego el carrito de su hijo, quien a pesar de su corta edad, los mira como con pena y guarda silencio
-Primero llevemos a Juan Cruz con mis padres, no quiero exponerlo- dice Sebastián subiendo a la camioneta
