Bárbara sintió que todo se había cumplido, que su tiempo había terminado. Pero Paulina Durán, no sólo se transformará en su mejor amiga, sino también le demostrará que siempre existe una nueva oportunidad en la vida, si se aprende a interpretar las...
Santos conduce como poseído a la más alta velocidad que su camioneta le permite Bárbara sigue inconciente recostada sobre el asiento del acompañante
-Bárbara por favor!!- súplica Santos con lágrimas en los ojos -Resiste amor, ya llegamos, sólo un segundo más-
Se friega los ojos con el revés de la mano La vista se le nubla de lágrimas Siente su corazón querer salirse de su pecho
Llegan a la medicatura Santos es un manojo de nervios
Corre a abrir la puerta del vehículo y sacar a Bárbara Al cargarla en brazos nota el charco de sangre que se formó en el asiento
No quiere pensar Corre, patea la puerta e ingresa a los gritos
-Arias!! Damián!! Necesito ayuda!!-
Baja la vista a su mujer y ella está cada vez más pálida Sus labios se ponen azules y la siente fría
-Amor por favor, resiste- Santos llora -Bebé por favor resiste, sólo un poquito, por favor no te vayas de mami- su voz se quiebra
Damián llega hasta él -Santos, Dios mío! Qué pasó!- le indica con el brazo para que ingrese al consultorio
Santos acuesta a Bárbara sobre la camilla
-Por favor Damián haz algo!!- Santos toma al galeno del guardapolvo
Damián entiende su desesperación Se acerca a revisar a Bárbara
-Por favor Santos, dime que pasó-
-Estábamos en la reunión con Morales, creo que su parecido con uno de sus violadores la asustó, empezó a ponerse pálida y a sangrar- El pecho de Santos sube y baja con fuerza, está sudado y sus manos tiemblan
-Dejamelo a mí, por favor espera afuera- Damián toma un frasco con alcohol y embebe una mota de algodón
-Santos por favor, déjame trabajar- le dedica una mirada seria, pero serena, casi compasiva
Santos voltea a la sala de espera
Camina unos pasos y cae de rodillas
-Dios!! Por qué??!!- levanta los brazos -Ahora que por fin éramos realmente felices, por qué??!!- solloza
Se deja caer y apoya las palmas de las manos en el suelo
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José María, Antonio y Galiana entran corriendo
-Santos por favor, todo estará bien- Antonio lo toma de un brazo e intenta levantarlo
-Déjenme!!- Santos grita
-Tranquilo hermano, seguro es una falsa alarma, Bárbara y el bebé estarán bien- José María lo toma del otro brazo, el del hombro dislocado, y con cuidado intenta pararlo
