58. APUESTA

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En Cancún, México
En el Reina Victoria

Después de brindar con Paulina y Rafael, Santos tomó la mano de Bárbara y la condujo hacia el camarote especialmente preparado para ellos.
Santos abre la puerta, pero ella se le adelanta. Suelta su mano y comienza a caminar alrededor del pequeño cuarto, mirando cada rincón con una sonrisa iluminada

-La ves?- mira a Santos con ojos emocionados
-Lo puedes oir?- se lleva la palma de la mano detrás de la oreja
-La felicidad por fin viene por mí- amplía su sonrisa y levanta la vista

-Viene por nosotros mi amor- Santos también sonríe
Cierra la puerta despacio, se quita la chaqueta y se afloja el nudo de la corbata

-Realmente jamás imaginé que este día llegaría. Sobre todo después que te decidiste por Marisela. Desde ese día, todos mis sueños e iluciones de niña se esfumaron como las nubes- Bárbara se sienta en una esquina de la cama, bajando la mirada y acariciando el cobertor con la palma de la mano extendida
-Tú quisiste que yo huyera, que me salvara, pero adónde más iría? Sí mi salvación eras tú, pero tu salvación era Marisela- una lágrima cristalina huye de los azules ojos de ella
Santos se le acerca lentamente, en pequeños pasos
-Sé que eras felíz con ella, pero esa felicidad, que yo nunca había tenido, me dolía demasiado, y ese fue el real motivo de mi huída de mi llano-

-Cierra la puerta de ese pasado Bárbara. Olvidalo- Santos llega a ella y se acuclilla delante. Toma delicadamente su mano y la besa con ternura

-Lo único importante ahora es que estamos juntos y a partir de ahora, nada ni nadie- levanta la mano y la toma del mentón para hacerla mirarlo-Escuchame bien Bárbara, nada ni nadie podrá separarnos jamás de ahora en adelante- Sonríe

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-Lo único importante ahora es que estamos juntos y a partir de ahora, nada ni nadie- levanta la mano y la toma del mentón para hacerla mirarlo
-Escuchame bien Bárbara, nada ni nadie podrá separarnos jamás de ahora en adelante- Sonríe

Ella también
-Prometemelo- susurra

-Te lo prometo por la memoria de mi madre- dice con voz segura

-Tu madre?- dice ella abriendo los ojos sorprendida
-tú le prometiste ser un Luzardo diferente y ahora estás casado conmigo- ella se encoge de hombros

-A estas alturas ya no sé si soy diferente o no, o si eso me importa o no, soy Santos Luzardo, nada más- Una sonrisa se dibuja en el rostro de ambos al tiempo que sus miradas se conectan
-Tu Santos, y eso es lo único que importa-

-Santos, mi Santos, mi hombre- Ella se agacha para darle un beso corto en los labios

-Bárbara, mi Bárbara, mi fiera-

Vuelven a besarse
Ésta vez el beso se hace mas intenso
Ella apoya sus manos en los hombros de él, mientras Santos acaricia sus brazos hasta llegar a su espalda
Ella muerde suavemente el labio inferior de él

Vuelven a besarseÉsta vez el beso se hace mas intensoElla apoya sus manos en los hombros de él, mientras Santos acaricia sus brazos hasta llegar a su espaldaElla muerde suavemente el labio inferior de él

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Doña Bárbara 2 : Nueva OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora