45. INESPERADOS

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En San Fernando

En el Hospital

-Zuluaga- dijo el médico en voz alta y sería

Marisela se sobresalta
Estaba sola en el pasillo con su bebé casi dormido en los brazos
Sebastián se había ido por algo para comer
Esperarian juntos las pocas horas que faltaban para el horario de visita
Mientras tanto, debían ponerse de acuerdo en como filtrarle las novedades a un, todavía, impredecible Gonzalo Zuluaga

Se levantó despacio, acomodando a su bebé sobre su pecho para que pusiera su cabecita dormida en su hombro

-Dígame- susurró sintiendo una fuerte presión en el pecho

-Buenas noticias señora, su marido despertó- el médico sonrió

Marisela intentó sonreír, pero más bien le salió una tos seca y rasposa

-Eh... no es mi marido, somos amigos- miro al doctor con pena

El galeno abrió los ojos y retrocedió un paso

-Oh lo siento, es que... como la vi con el niño... pensé...- quiso disculparse

-No se haga problema, mejor dígame como está Gonzalo- Marisela le sonrió para calmar la tensión

-Pues no lo creerá, pero esta en perfecto estado, ya le quitamos el respirador y la sonda, lo tendremos hasta la tarde en cuidados intensivos y si sigue así de bien, lo pasaremos a sala común- el doctor esbozo una sonrisa de oreja a oreja

Marisela tragó en seco

Sí lo trasladan a sala común, alguien deberá quedarse con él
Hasta ese momento no había nadie más que Sebastián y ella
Y si Sebastián no regresaba pronto...

Ella debía quedarse sola con Gonzalo

Desvío la mirada y lo único que se le pasó por la mente fue "Juan Cruz"
Es muy pequeño e indefenso

No se había dado cuenta que su respiración se aceleró

-Señora, está bien?- el médico la toma del brazo

-Eh?... Sí sí... es sólo que... me sorprendí por la rápida recuperación, nada más- sonrió nerviosa

-Todos estamos muy sorprendidos, pero como es joven y sano, es muy fuerte y resistió muy bien- el galeno intenta transmitirle sus buenas energías

"Tranquila Marisela, te quedan un par de horas, espera a Sebastián" se repetía a si misma

-Pues, que bueno. Ojalá y pronto pueda salir de aquí- asintió

"Es enserio? Dónde está tu cabeza Marisela? Es Gonzalo! Libre!!??" Se reprochaba a si misma

-Esperemos- el doctor palmea los brazos de Marisela
-Ahora sí me disculpa, voy a ver otros pacientes- se retira

Marisela sólo asiente con la cabeza

Retrocede sobre sus pasos
Se deja caer pesadamente en una silla
Acaricia a su bebé
Tiene la mirada perdida

Retrocede sobre sus pasosSe deja caer pesadamente en una sillaAcaricia a su bebéTiene la mirada perdida

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Doña Bárbara 2 : Nueva OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora