Bravata Doble*

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     — ¡Vamos Sebastien, levantate! Se nos hará tarde carajo

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     — ¡Vamos Sebastien, levantate! Se nos hará tarde carajo.

     — Siempre te preocupas por lo mismo y siempre llegamos a tiempo.

     — Un día no tendremos tal suerte de llegar a tiempo.

     — Deja de preocuparte tanto Alexander; mira ya casi termino de vestirme y nos podremos ir.

     — Hoy tampoco te afeitaras entonces. Aún sigues con eso.

     — Hasta el mínimo detalle para lograrlo amigo mío.

     — No debes ser impulsivo, llegara el día en que todos lo logremos.


     « Quiero estar lo suficientemente preparado para cuando ustedes lo logren »

     Sebastien, aunque parecía desorganizado y sin metas, su mente siempre estaba lleno de deseos y planes.

     — Ya vámonos Al, estoy listo. — Lo dijo mientras terminaba de acordonarse el pantalón.

     — ¿Seguro estás listo? Entonces corramos hasta el molino, veamos si me ganas.

     Sin esperar respuesta, Alexander se echó a correr, por lo que Sebastien no le quedó más remedio que ir tras él aunque parecía costarle, sus músculos no parecían haber despertado del todo para hacer tal esfuerzo. 

     Alexander medía  1.81 metros, mientras que Sebastien llegaba a los 1.86 metros; pero ambos tenían el cuerpo bien tonificado fruto de su entrenamiento.

     — ¿Qué paso? ¿El macho Sebastien no tiene la suficiente energía para darme alcance? 

     Alexander se burlaba de su amigo, él sabía que sería difícil para Sebastien darle alcance con tan solo unos minutos de haberlo despertado, pero no quería arriesgarse a llegar tarde al entrenamiento. Él ya había presenciado el castigo para los irresponsables.

     — Tal vez te hizo falta desayunar amigo. — Alexander le arrojó un pedazo de pan que tenía guardado en su bolsón.

     — Ríe lo que quieras Al, no me interesa llegar primero. Sabes que no es justo así.

      Alexander había notado a Sebastien muy distraído cuando pasaban por un callejón donde se solía vender fruta.

     — ¿Qué es lo que buscas? — Pregunto intrigado a su amigo sin dejar de correr.

     — Ah... nada interesante. — Sebastien se limitó a enseñar sus dientes al momento que esbozaba una gran sonrisa pícara.

     Alexander no dijo nada pero desde ese momento la duda lo invadía, ¿Que sería lo que Sebastien buscaba?

     Alexander no dijo nada pero desde ese momento la duda lo invadía, ¿Que sería lo que Sebastien buscaba?

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Colmillo Helado, Blasón de Fuego Donde viven las historias. Descúbrelo ahora