Polos Opuestos©[Dylmas] *Editando*

13 "Una Crítica Reconstructiva"

"Tu vida no la escribes con palabras, las escribes con acciones. Lo que piensas no es importante, lo que importa es lo haces"

Al bajar de auto, una oleada de calor le pegó en el rostro Thomas, junto a su hermana, subieron las escaleras del enorme edificio. Unas placas sobresalían de la puerta

New York Times

Ya hacía más de 2 meses que trabajaba ahí su jefe estaba impresionado con el desempeño de Thomas, el día anterior había recibido una llamada de Andrink para que se presentara en su oficina. Su hermana lo seguía desde atrás.

—En su oficina, algo glamuroso para un padre que quieres ver a su hijos.

—Espero que te comportes o yo seré el que te dejará aquí esta vez y no papá.

Ambos chicos entraron al edificio. Como era de costumbre al poner un pie en dicho edificio, todo el mundo de les quedaba viendo, eran los más serviciales y a su vez Thomas, los ignoraba y pasaba de largo hacia la oficina seguido de Ava.

La gran oficina era de color gris como el corazón de su padre, pensó Thomas, cada vez que entraba a dicha habitación.

—Thomas. Ava. Mis niños —dijo el hombre, sonriendo y con los brazos abiertos, recibió a sus hijos—¿Dónde se han metido? No he recibido ninguna llamada

Si Thomas y Ava no lo conocieran tan bien dirían que es padre muy amoroso con sus hijos. Pero a lo contrario de otras persona si lo conocían.

—Ve al grano, papá—dijo Ava y camino para sentarse frente al escritorio. Thomas sin decir una palabra se dirigió cerca de su hermana.

—Bien como quieran— el hombre rodeó el escritorio—Quería ser amable, pero con ustedes en la misma habitación es imposible.

Mark. Su padre había regresado de su viaje por todo el mundo, había hecho ese dichoso viaje para conocer más culturas, expandir su gusto en comida y en algunos proyectos en puerta que tenía.
Thomas se desabrocho el saco y se sentó en la silla a lado de su hermana. Esta más callado de lo normal, según Ava podía observar.

—Bien. La razón por la que los llamé es simple. Espero no escuchar objeciones aunque lo dudo.—Ava se acomodó en su silla, Thomas se inclinó para escuchar mejor a su padre—Tienen que regresar a Londres.

—¿QUÉ?—dijeron al unísono. Los hermanos se miraron y luego miraron a su padre. Ava estaba anonadada no podía decir una palabra. Thomas miraba a su padre incrédulo y molestó.

—Ava. Sal de la oficina por favor—dijo Thomas, mirando a su padre, Mark le sostenía la mirada a su hijo.

—No. NO. esta vez no Thomas, la última vez que me dijiste eso, tuvimos su mudarnos aquí, ahora no me iré.—dijo la chica al reaccionar con las palabras del rubio.

—Ava sal, necesito hablar con papá en privado, si no te molesta—dijo Thomas girándose a ver a la chica.

—No Thomas, esta vez no. Me quedaré aquí, no regresare. Te seguí hasta aquí, desde Londres, pero no se si quiera regresar de nuevo.—Ava miro a su hermano enojada, pero el semblante de Thomas era el mismo. Serio.

—Pudiste haberte quedado.—dijo con voz apagada. Sabía que eso iba hacer imposible para Ava.

—Sabes que no lo haría, mírala— dijo Mark. Tomo asiento y observó a sus hijos—Es tu hermana, es igual a tu madre. Muy obstinada y cuando se empeña en algo no lo dejará tan fácil.

—Papá no te metas, esto es entre mi hermano y yo—dijo la chica.—Sabes que no me hubiera quedado Thomas, yo voy donde mi familia esta y tu eres mi familia.