Capítulo 5 - Despertar

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[Capítulo 5 – Despertar]

Solo se escuchaba el sonido de la misma naturaleza. Los insectos (grillos) cantaban, mientras la brisa nocturna acariciaba el follaje de las copas de los árboles. Uno que otro animal deslizándose bajo la hierba, cazando, aprovechando las sombras a su favor.

Todo era una absoluta tranquilidad, como cualquier otra noche.

O eso parecía, hasta que el sonido de pisadas retumbo, haciéndose más pronunciado.

*********

[Derek]

Cuando finalmente el "castigo" termino, estaba molido. O más bien cuando los matones de Joe decidieron que era suficiente y que podían dejarle ir. No sin otra advertencia sobre su comportamiento futuro.

Todo su cuerpo palpitaba de dolor y estaba seguro que tenía algo roto. Se aferraba a la pared, intentando no estamparse con la pared, mientras con la otra se apretaba la parte del costillar, como si eso fuese suficiente para mantener el dolor, pero sabía que necesitaba atención médica.

No podía ver porque su ojo derecho estaba demasiado inflamado como para dejarle ver y eso le dolía aún más. Su boca tenia sabor a oxido y no podía hacerla desaparecer de ella. Las partes más afectadas eran su rostro y su torso, que habían sido golpeados hasta que se habían sentido satisfechos.

No era un castigo lo que Joe trataba de imponer, sino un ejemplo. Un ejemplo para todos aquellos que se le opusieran y que entendieran de una buena vez por todas que la Colonia estaba a su mando ahora y que cualquier discrepancia no sería tolerada.

Finalmente no pudo más y cayó. Deslizándose sobre la superficie de la pared hasta que sus rodillas tocaron el suelo. Se aferró a sí mismo, tratando de contener las lágrimas, porque en realidad le dolían más en el estado en que estaba.

¿Cómo había terminado así? La Colonia ya no era segura, era... un lugar desconocido.

Sin Jason, ¿Cuánto tiempo tardaría en despedazarse por completo?

Salió de sus pensamientos tan pronto como visualizó una silueta al otro lado del pasillo. ¿Sería otro de los matones de Joe, quizás alguno que no había logrado ventilar toda su frustración en su cuerpo?

Trató de retroceder, pero falló. No tenía fuerzas y sus piernas estaban demasiado cansadas como para responderle correctamente. Ni arrastrarse serviría. Solo podía dejar que lo machacaran nuevamente.

Entrecerró los ojos, viendo como se le acercaba, esperando el primer golpe.

Sin embargo este nunca llegó, en su lugar la persona se inclinó, aun con la poca iluminación podía decir que le observaba.

- ¿D-Derek? – su corazón se agitó y lo reconoció inmediatamente, resistiendo las ganas de llorar nuevamente.

- ¿Charlie?

- ¿Qué te pasó? ¿Estás bien? ¿Qué haces tirado en el...? ¡¿Es sangre lo que huelo?! – su tono de voz se elevó, demasiado como para pasarlo por alto.

- N-No, es... - trató de mentir, pero Charlie le cortó, tomándolo de los hombros.

- ¡Derek! ¿Quién te hizo esto? ¡Dime! Le hare pagar por lo que te han hecho.

- No puedes hacer eso, Charlie.

- ¿Por qué no? Mira en el estado en el que te dejaron. Apenas te puedes mantener en pie.

Cuerpo Frío, Corazón CalienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora