Capitulo 3

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Al día siguiente miro por la ventana y veo a Tamara salir a caminar, me visto y salgo corriendo detrás de ella, al ir cerca de ella le cojo la mano y la tiro hacía donde estoy y le digo
- Bonita tu y yo tenemos algo pendiente.

- ¿Que co-co-sa?.

- ¿Porque estabas mal?.
Necesitamos habl...- Me interrumpe y me dice.

- Eso no es asunto tuyo.

- Yo puedo ayudarte.- Le digo agachando la mirada. Hubo mucho silencio entre ambos.

- Te contaré lo que me sucede pero vamos a un lugar mas tranquilo, ¡no te puedo decir aqui en la calle.-dice Tamara mirando hacia el suelo.

- Vamos a mi departamento queda a 3 cuadras de aquí.

Al entrar le ofrezco algo para tomar, y me sale preguntarle:
- ¿Tienes novio?.
- No tengo, tuve un novio el cual me hizo mucho daño y por eso estoy mal.- Dice Tamara, casi ni se le escucha lo que dice, pero al decir eso sus ojos se llenas de lagrimas. Me sentí mal, no se porque pero me sentí de una forma inexplicable, la miro.

- Tamara, ¿Quieres hablar de eso?.

- ¿Tu me escucharías? - Dice Tamara llenando sus preciosos ojos de lagrimas.

- Para ti y para tu voz soy todo oídos - Tomo su mano.
Pasan unas horas, ¡mierda, mierda, mierda! eso no le podía a ver pasado, no a ella, a ella no, Tamara me contó que venia saliendo de una relación donde el hijo de puta la trataba mal, engañaba y hasta llego a golpear, ¿que clase de mundo es este?. Donde un hijo de puta puede golpear a una niña apenas, nunca había sentido tanta rabia como cuando escuche que Tamara me relataba su historia, me dieron ganas de matar con mis propias manos a ese hijo de puta, ¿acaso no veía a la princesa que tenía a su lado?, cualquiera quisiera tener a una chica así a su lado, yo que había estado con mil chicas me moría por estar con ella.
Tamara al terminar de contarme lo sucedido comienza a llorar descontrolada mente, la abrazo y no pude aguantar que se me cayeran a mi también las lagrimas... Desde ese momento sentí ganas de cuidar a esa chica, protegerla, que nadie se atreviera a tocarle un pelo, estar las 24 horas pendiente a ella, la quería realmente la quería, pero no quería quererla, pero esto podía mas que yo.

- Tamara yo te... -Me interrumpo solo- y me digo a mi mismo "estupido ¿que mierda ibas a decir?."

- ¿Tú que? -dice Tamara con mucha curiosidad secando su lagrimas.- Yo no respondo inmediatamente tardo al menos unos 25 segundos.

- Que si yo te agrade como amigo -digo levantando repetidamente las cejas.

- Seremos muy buenos amigos - dice burlescamente.
Pasan las horas y llega la hora en que ambos teníamos que volver a nuestro hogar, nos fuimos caminando juntos, hubo un silencio total entre ambos.
Al llegar a mi casa tomo un papel y una hoja, comienzo a escribir.
Tamara:
He comprendido que formas parte de mi.
Se que tal vez nunca estarás tangiblemente a mi lado, pero también sé que nunca te iras. Eres el aire, el cielo, el agua, eres la sed del cariño que el Creador sembró en mi corazón, eres la definición del amor, aunque jamás haya podido definirse ni pueda hacerse nunca: definir es limitar y el amor no tiene limites. La fuerza motivadora de tu esencia me ha transformado en una persona distinta. Cuando vea una golondrina cobijándose de la lluvia entre el ramal de la bugambilia te veré a ti, cuando presencie una puesta de sol te recordare, cuando mire las gotas de rocío deslizándose en mi ventana te estaré mirando a ti. No podrás irte nunca. No te dejaré. Eres mi novia eternamente. Eres la fuerza de mi juventud... Todo lo que brote de mi pluma habrá tenido tu origen. Y daré gracias a Dios por eso. Pues como dice santa Teresa de Ávila:
Si para recobrar lo recobrado
tuve que haber perdido lo perdido,
si para conseguir lo conseguido
tuve que soportar lo soportado.
Si para estar ahora enamorado
fue menester haber estado herido,
tengo por bien sufrido lo sufrido,
tengo por bien llorado lo llorado.
Porque después de todo he comprendido
que no se goza bien de lo gozado
sino después de haberlo padecido.
Porque después de todo he comprobado
que lo que tiene el arbol de florido
vive de lo que tiene sepultado.

Recuerdos: de mi primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora