Capitulo 5

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Mierda, ¿Estaré en lo correcto si la invitó a ir conmigo a esa fiesta?, no aguantaba la incertidumbre y no me di cuenta cuando de un segundo a otro estaba en la puerta de su casa, toque con gran nerviosismo el timbre.

- Hola, ¿Qué quieres a esta hora? - me abre la puerta la hermana de Tamara tenían un leve parecido solo que ella era más baja y un poco más rellenita.

- Quiero a la Tamara.- Me queda mirando extrañamente.

- ¿No crees que es muy tarde?.

- Déjame verla por favor.- sin darme cuenta sueno desesperado. Me hace pasar y me señala un sofá para sentarme, era una casa bastante grande, me incomodé un poco creyendo que podrían venir sus padres pero al parecer no estaban.

- Tamara esta durmiendo, así que ven mañana.

- ¿¡QUE!?, ¡como va a estar durmiendo!.- digo alterándome y enojado voy al cuarto de Tamara, su hermana me perseguía pero no me importaba yo necesitaba verla. Di con su cuarto y no estaba durmiendo llegué, entré y la quede mirando con una cara de estupido, Tamara le pide a su hermana que se vaya y nos deje solos

  La miraba y no podía creer que estaba en su cuarto con ella, Tamara era un chica muy sexy aún estando en pijama, maldita sea me provocaba de todo.

- ¿Porque entraste así a mi casa?, ¿Qué quieres?.

- Vamos, ponte ropa, te vengo a invitar a un carrete.

- ¿A esta hora?, no gracias es muy tarde y no he pedido permiso.- dice tomando su pelo.

- Por favor - le suplico. Pasan diez minutos y por fin logro convencerla.

- Espera abajo mientras me cambio ropa.- dice echándome de su cuarto. Baje y la esperé en el sofá en el cual me había mandando su hermana al llegar.
Empecé a mirar unas fotos que habían en un estante de Tamara cuando era pequeña, era un angelito, muy linda, me provocaron mucha ternura esas fotos, Tamara tenía algo que me hacia sentirme bien, tenía un aura espiritual que con solo mirar esos gran ojos que tenía provocaba algo desconocido en mi, sus ojos me llevaban a un lugar extraño, a la perdición.

- Estoy lista - Dice mirándome tímidamente insegura de si misma. Se había puesto unos jeans, una polera, un abrigo y botas cafés. Algo sencillo pero que ella relucía que se viera realmente preciosa, no podía parar de mirarla, me imagino mi estupida cara de enamorado en ese momento.

- Te ves he-he-he-hermosa.- estaba nervioso, no sabia porque había dicho eso, ¿como pude decirle eso?.
- Gracias, ya vámonos - sonríe.

Saco las llaves de mi auto que las tenia en el bolsillo y le abro la puerta para que se suba como todo un caballero, no sabia el porque estaba haciendo eso, pero al menos logré provocar una sonrisa en su rostro, me subo y pongo la radio, no podía evitar mirarla, y pensar en besarla de nuevo, estaba sintiendo realmente algo fuerte por ella.
Al llegar a la casa de la Jo, pero antes de entrar le digo:

- Llegamos.- sonriendole coquetamente, Tamara estaba nerviosa pero intentaba disimularlo con una pequeña sonrisa. No pude evitar antes de entrar decirle.- Eres muy linda, eres preciosa, cualquier cosa que pase me dices, si te sientes incomoda o algo y nos vamos. Le di un beso en la frente. Estaba entrando y Tamara me agarra la mano y me tira hacia donde ella.

- Joaquín gracias por ser como eres conmigo - me abraza y no pude evitar cerrar mis ojos al tenerla entre mis brazos, por primera vez en mi corta vida siento maripositas en el estómago o como le quieran llamar a eso, pero que diablos yo no estoy para sentir estas estupideces, suelto a Tamara de forma brusca y entró, ella me mira como queriéndome decir con la mirada que te pasa.

- Buena Joaco llegaste y ... ¿ella es tu vecina? - me dice la Jo, sorprendida claro, yo le había dicho que era una nerd pero Tamara no aparentaba eso.

- Si ella es.

- Hola mi nombre es Josephina pero me dicen Jo, ¿Tú te llamas?.

- Soy Tamara.

La Jo me agarra del brazo y me lleva hacia una esquina
- Weon me dijiste que era un nerd, esta mina es super linda, no tiene nada de nerd.

- Yo no le encuentro ningún brillo y para mi es una nerd. - le digo seriamente.

- bueeh si tu lo dices.

Soy un idiota al querer negar mis sentimientos hacia esa chica pero no podía ir por la vida diciendo que estaba enamorado de un amor que se que será algo imposible.
Voy hacia la barra y me hago una piscola, luego un tequila, dos tequilas, me voy a sentar en un rincón. Se me acerca una chica, alta, guapa, pelo castaño claro, y se sienta al lado mío y me ofrece un vaso con cerveza, acepto y me lo tomo en menos de diez segundos, la chica se me acercaba muy coqueta se notaba que quería algo más, pero yo no quería nada, era algo muy raro en mi, pero la chica al acercarse y querer besarme no atine a nada más que rechazarla y sobre todo porque Tamara mira hacia mi.
Tamara estaba sentada sola en un sofá, yo me iba a acercar cuando veo que dos chicos se acercan y le ofrecen fumar un cigarro, ella acepta, me dio un ataque de risa, ¿Esa chica tierna con un cigarro en su mano?, fue cómico. La observaba como fumaba, creo que no era primera vez que lo hacia.
De pronto veo que uno de los chicos se estaba intentando propasar con mi chica, jamás en la vida había sentido estos celos, esta rabia, Tamara era mía, aunque ella no lo supiera, mía de pies a cabeza, esa niña me pertenece a mi.
Voy donde esta uno de esos idiotas, lo empujo y lo golpeo, a lo cual me logran separar del o juro que si no yo lo hubiera matado.

Agarro bruscamente a Tamara del brazo y la saco de la fiesta y la llevo afuera.
- ¿PORQUÉ HICISTE ES.... La interrumpo con un beso, la bese, volví a besarla, esa chica me tenia mal, empiezo a agarrar su cintura con ambas manos, ella envuelve sus brazos en mi cuello, empezó a temblar todo en mi, no podía ni debía separar sus labios de los míos, sus labios para mi eran la mejor cosa que jamás había probado, quería pasar esto a algo más, no se si era el alcohol pero paro el beso y le tomo las manos.
- Tamara tú eres mía, mía, te deseo, no quiero que nadie te mire, nadie te toque, porque tu me perteneces completa.- le digo esto y la vuelvo a besar realmente sus labios me hacían una y otra vez volver a ellos.

- ¿Qué está pasado aquí? - Se asoma la Jo, y empieza a burlarse de mi.

- Nada, no pasa nada - Digo avergonzándome de lo sucedido, Tamara me mira sin entender el porque.

- Yo los vi agarrando, ¿Qué onda?.

- Estoy algo ebrio el alcohol se me subió a la cabeza. - No se porque tengo que negar siempre lo que siento por Tamara, pero yo no quiero que nadie se de cuenta de lo que estoy sintiendo.
Tamara se molesta y se va, yo no la sigo, porque me quedo con la Jo y no quería que ella me viera persiguiéndola.
Me quede en el carrete hasta las 11 de la mañana y me llego a mi casa completamente ebrio a quedar raja durmiendo.

Recuerdos: de mi primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora