La Caída Del Guardián.

Capítulo 2

***Narradora***

Norte hacia una ligera presión sobre sus cienes, escuchando todo el alboroto que sucedió anoche en ambos museos donde se encontraban Merida e Hiccup y el otro donde estaba Rapunzel y Flynn.

-Fue una mujer de cabellos negros con capucha, de una sola alzó su mano y nos envolvió en humo para transportarnos directo al basurero de la ciudad – Dijo Merida con el rostro igual al de Hiccup manchado de barro.

-Ustedes fue en la ciudad – Dijo Flynn quien junto a su novia estaban empapados de pies a cabeza – A nosotros nos mandó directo a la playa del Sur, el más frío y desolado.

-Chicos – Norte alzó la voz del otro lado de su escritorio donde parecía tener un terrible dolor de jaqueca – Podrían decir lo que tomó de ambos museos por favor.

Los cuatro intercambiaron miradas, Hiccup habló primero después de tomar una bocanada de aire:

-El libro de Leguas Utópicas de Brujería.

-El cuarzo de Onix de la antigua bruja, Ingrid – Dijo ahora Rapunzel.

Norte suspiró con pesadez y con remordimiento, sabían que esa expresión era de mala señal, pues los cuatro fallaron con capturarla, o mínimo evitar que tomaran las artículos del museo.

-Bien, debemos estar alerta desde ahora a cualquier acontecimiento de brujería.

-¿Quién era esa mujer Norte? – Dijo con curiosidad Merida.

-Una bruja, que hacía años no escuchaba de ella hasta que Sandman la miró en su visión.

-¿Cómo se llama? – Cuestionó Flynn.

-Gothel, y es de alto nivel, no los culpo, sólo debemos estar bien asegurados que no suceda nada de brujería, hablaré con Meme para pedir si puede ver el futuro que planea con lo que ha robado.

Norte ordenó que salieran a darse una ducha y continuar con sus caminos. Después de aquel ataque habían llamado a Norte junto a su compañero y mano derecha Aster, ambos vinieron con velocidad al edificio de protección de Guardianes cuando los 4 llegaron.

Eran sólo las 4 a.m. cuando se reunieron en el estacionamiento para despedirse.

-¿Creen que esté sola en esto? – Dijo Rapunzel antes de subir al auto de Flynn.

-No lo sabemos, esperemos que sí – Dijo Hiccup quien estaba a un lado de Flynn.

-Oye amigo – Flynn entre cerró los ojos y con su dedo pulgar e índice cerró sus fosas nasales – Apestas terrible, no me imagino la porquería en la que cayeron.

-Ja Ja – Hiccup sonrío pero con velocidad borró la sonrisa – Que divertido, tu apestas peor que un tanque sucio de tortugas marinas.

-Creo que es mejor irnos a descansar – Dijo Merida – No planeo seguir apestando a orina de zorrillo – Se dio vuelta y camino directo a la motocicleta verde de carreas.

Se despidieron en un gesto los tres, Hiccup en cambio camino de frente a Merida.

-¿Qué te sucede? Sueles estar de bromas siempre, pase lo que pase.

-No ahora Hiccup, fallamos, cuando fallamos todo se derrumba – Merida perdió su mirada al suelo, recordando hace dos años atrás.

-Sé lo que piensas, debemos soltarlo ya – Hiccup tomó a Merida de los hombros para atraer la mirada a sus ojos – No sabes cuan lamentado estoy desde entonces, no eres la única afectada.

-Hay alguien peor, que te apuesto que no hubiera escapado Gothel si siguiera con nosotros.

-No podemos obligarla, ella ya tomó su decisión - Hiccup chifló con dos dedos en sus labios, para después de un minuto aterizara a su lado su fiel dragón l de la Furia Nocturna – Te veré desde arriba que llegues a casa ¿bien?