Capítulo 24

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Capítulo ligeramente largo. Sé que he tardado con esta y otras novelas, pero debo decirles que ya estoy cursando los últimos días y proyectos de preparatoria, unas semanas más y me vuelvo universitaria. Así que he estado estudiando y trabajando, pero intentaré escribir lo más que pueda. Gracias por entender.

***Elsa***

Los oídos me zumbaban, mis palmas dejaba de identificar el suelo, la pared o el cristal del que me tenía que recargar, ahora mis rodillas pasan por el suelo la mayor parte del día. No puedo ni intentar levantarme, las piernas me tiemblan con cada esfuerzo que realizo, no me he de imaginar cómo lo ha de estar pasando Merida.

Los susurros se intensifican, el tiempo es tan largo cuando hablan y tan poco cuando callan.

Algunas palabras ni se entienden, son arrastradas y otras parecieran gritarme a mis interiores.

-Elsa...- La habitación me da vueltas y dolor de cabeza – Monstruo......Aliada.......Fortaleza.

Mi aliento se agota como si hubiera estando luchando, he intentado defenderme, pero no hay nada ni nadie aquí, sólo oscuridad y voces.

-Culpable ....- Dijo una de ellas.

-¿Pero de qué? – Respondí con dolor.

-Que vergüenza....... – Dijo otra.

Ya quería que se callaran, quería descargar todo lo que podía tras esas voces, el lugar comenzaba helar y el viento que generaba a mí alrededor se hacía violento.

-Eres mucho más fuerte..... –Susurró otra – Pero eres débil........

-Por eso no te aman.

-Sólo fingen hacerlo.

Las voces comenzaban a unirse a hablar una sola vez.

-Será mejor que seas abandonada – Se unía – Por segunda vez y por ¡Todos!

-¡Ya! – Al momento de gritar golpeé con ambos puños el suelo en donde estaba arrodillada, el hielo comenzó a surgir con velocidad y potencia hacia todo el lugar. No dejaba de jadear, cansada de lo que mi cabeza luchaba por controlar.

-Elsa.... – Su voz había aparecido por fin. Levanto mi cabeza para mirarlo, parado en la entrada del ventanal de la cueva de donde estaba encerrada.

-Jack.... – Mis labios temblaron.

Caminó hacia a mí con pasos largos, se arrodilló con una pierna y con sus manos en mis hombros miraba mi rostro.

-¿Qué te ha pasado? ¿Estás muy herida?

-No...Es......- Sus ojos me hacían recordar a Pitch – Debemos salir, y sacar a Merida o....

-¿Quién?

-Merida.

Jackson esbozó una sonrisa de esquina con una pizca de malicia, cosa que me extrañó.

-¿La pelirroja? Ella salió días antes que tú.

-Pero.....

-Pero nada, ahí están tus amigos – Jack borró entonces su sonrisa para fruncir un ceño de odio – Es mejor donde yo estoy ahora, deberías venir.

-No, no sabes lo que......- Bajo la mirada.

-¿Lo que digo? – Jack no dejaba de aferrarse a mí- ¿O lo que temes tú?

Entonces levanté la mirada y no era él, sino Pitch, quien con sus garras se clavaba a mi piel.

Iba a gritar pero resultó que levanté la cabeza del suelo donde había permanecido arrodillada, después de congelar todo.

La Caída Del Guardián. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora