Capítulo 14

2K 232 52
                                    


***Elsa***

Eran ya alrededor de las 9:00 p.m. y Merida aún no llegaba. Nunca antes me había importado más su presencia inmediata como ahora.

Llevo frotando mis ojos para evitar continuar llorando, pero me es imposible. El sólo repetir sus palabras en mi cabeza me suenan aterradoras y deprimentes ¿Cómo fue que pasó ser de un hombre al que le entregué todo mi amor, él que prometió acompañarme por siempre a ser uno lleno de oscuridad infinita sin importar su pasado?

Frente al televisor de mi pasillo del piso de arriba, estoy sentada en el sofá donde él estuvo hace unas horas. Abrazando mis piernas y apoyando mi mejilla en la rodilla.

Mi teléfono celular comenzó a sonar a un costado mío, lo tomé y miré el nombre de Merida en la pantalla. Tomé una bocanada de aire y lo más tranquila tomé la llamada.

-¿Si?

-Elsa necesito que vengas.

-No puedo, ya tengo puesta mi pijama y no estoy de humor.

-Pero tiene que ver con Jackson.

El sólo escuchar su nombre me da un retorcimiento en el corazón, en el pecho entero.

-¿A qupe te refieres? ¿Lo viste o hizo algo.....

-Lo acabo de ver.

-¿Estás segura que era él? – No podía tomarme en serio esto. No quería saber de él más, por mucho que quisiera tenerle conmigo, no podía. No cuando me odia y a su antigua vida.

-¿Quién más tiene una increíble cabellera blanca escondida bajo una gorra de béisbol y ojos ámbar para conducir una motocicleta negra? - Es claro que es él.

-¿Y?

-¿Cómo qué y? Por dios Elsa ¿Qué sucede contigo? En un segundo quieres buscarle por media ciudad y en otro ni reconoces de quien hablo.

-Bien ya –Digo en voz alta poniéndome en pie - ¿Dónde están?

-En el callejón trasero a la fábrica abandona de autos.

-¿Están solos o.....

-Hay gente, creo que o están organizando fiesta o una pelea –Decía con voz sigiloso mientras yo me vestía por jeans azulados, y una blusa negra de mangas largas – No creo que sea para algo bueno.

-Ya voy en camino.

-Llega por el Este, estoy escondida en la pastelería cerrada.

Terminamos la llamada, y termine con ponerme mis botas hasta la mitad de mis espinillas negras y una chamarra azul marino.

No tarde mucho, ya estaba aparcando mi auto en una cuadra antes, para así alcanzar a Mer en pie.

-Tardaste - Me dijo al salir de una esquina sombreada. Llevaba puesto su uniforme de Guardianes y con su arco en su espalda con flechas.

-¿Vienes sola?

-Es obvio que Hiccup no me dejaría hacer esto.

-No entiendo por qué – Digo y me mira con ojos de pocos amigos, yo sin decir más me encojo de hombros sin saber que dije algo malo - ¿Y qué haces vestida así? Si entras y está algo ilegal te atacarían.

-Una, no sabemos cuántas personas están ahí y dos, no entraré yo, sino tú.

-¿Disculpa?

-Sí, mira. Entrarás e indagarás lo que sucede y que hace Jackson ahí. Después lo convences para salir y así hablar bien.

La Caída Del Guardián. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora