Capítulo 10

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***Elsa***

Mis pies golpeaban con fuerza en el suelo, el aliento se escapaba entre mis labios y el calor era alto en mi cuerpo, pero no me importaba, necesito llegar a ella si quiero más respuestas.

La joven rubia de Astrid entra a un edificio de pinta abandonado desde una ventana, hago lo mismo que ella.

-¡Elsa detente! – Me grita la voz de Tadashi pero le ignoro, doy un brinco hacia el exterior.

El interior está oscuro pero lo poco que puedo ver es la figura de Astrid correr hacia las escaleras del fondo.

Corro de nuevo, mis pies resbalan a base de la cantidad de polvo pero aun así no pierdo el equilibrio.

Subo jadeante los escalones, arriba gracias a los ventanales hay más luz de la Luna. Veo a Astrid correr a dirección de un balcón, puedo saber la idea que tiene en mente, por lo que corro con más velocidad.

Astrid sube de un brinco al borde del balcón, se gira y me sonríe, pero antes de que se dé vuelta de nuevo, veo como la cuerda de pintura en polvo de Rapunzel se en rosca directo a sus manos, derribándola al suelo frente a mí.

Me giro y la veo un paso atrás de mí sosteniendo con fuerza la cuerda con una mano.

-La tenemos – Murmura mientras jala ahora con ambas manos la cuerda.

Astrid es arrastrada hacia nosotras. Hace fuerzas con sus manos para partarse de la cuerda, no le permito. Le apunto directo a las muñecas para formarle unas sólidas esposas de hielo.

-¿Te enseño un truco? – Dije entre dientes debido a la furia con Astrid – Haz fuerzas y se ajustan más a la piel – Digo ajustando el sólido hielo a su delgada piel.

Astrid chilla con un gesto de dolor y odio hacia a mi, dejándome ver sus dientes con rabia.

-¿Qué quieren de mí? ¿No les fue suficiente fastidiarnos la última noche?

-¿Fastidiarlos? – Dije con cólera – Son unos criminales, dañaron a niños inocentes y un hombre en el que no tiene lucha con ustedes. Y dejando ese punto aparte, sabes a lo que he venido.

-¿Capturarme? ¿O vengarte por lo que te hice en el rostro? – Astrid sonríe en burla al ver mi rostro con raspones aun.

-¿Dónde está?

-¿Quién?

-No estés jugando, sabes a quien me refiero.

-Niña, estás loca – Astrid ríe – Sea a la persona quien quieras no nos dejaremos atrapar.

Abro la boca para hablar pero me interrumpe Tadashi.

-Elsa, ni se te ocurra de nuevo saltar así – Después mira a Rapunzel – Y a ti o correr tras ella.

-Oye ¿No lo ves? – Punzie aferra la cuerda de sus manos – Hemos capturado a una criminal.

Tadashi mira a Astrid y después a mí al guardar su casco de tecnología.

-¿Quién es ella?

-Una mujer que morirá si no abre la boca –Amenazo.

-Eso sería terrible viniendo de ti Elsa –Astrid sonríe de nuevo.

No lo soporto, mi cuerpo actúa con la rabia que tengo cargando. Llevo mi mano derecha directo a su cuello, y con la otra mano le apunto a Tadashi para que no me detenga.

-Sé que no hablarás ahora, pero te llevaré conmigo y te aseguro que cada día sufrirás si no hablas – Veo a Astrid abrir la boca para capturar aire, pero aparte de agarrarla con fuerza comienzo a ejercer congelante alrededor de su cuello.

La Caída Del Guardián. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora