Capítulo 1

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***Narradora***  Dos años después

Era una tarde cualquiera de nevada, en donde se encontraba la platinada de Elsa corriendo entre los árboles del parque central de Nueva York.

Había muy poca gente corriendo o haciendo ejercicio, cubiertos con abrigos hasta el cuello, en cambio Elsa llevaba un pants de color blanca con una sola chamarra, para ella no era problema.

Su caminó finalizó en frente del estanque de rosas que daba a una puerta principal al parque.

Estiró los brazos y piernas para así terminar y dirigirse a su casa.

Al llegar lo primero que hizo fue preparar una ducha caliente de 10 minutos.

Justo cuando ya estaba cambiada y arreglada, de la puerta sonaron unos golpes desesperados pero bajos.

-¿Quién? -Preguntó Elsa antes de abrir.

-Sólo abre la puerta Elsa, soy Mer.

Elsa rodó los ojos en blanco y la abrió con lentitud.

Merida entró y cerró de a golpe la puerta.

-Uff creí que no estarías - Mer vestía con su vestuario de Guardianes de traje negro completo, con su arco colgando de su espalda.

-Estaba algo ocupada - Dijo Elsa dirigiéndose a la cocina - ¿Estás bien?

-Si lo estoy -Merida actuó un poco nerviosa mientras enrollaba un mechón de su cabellera en su dedo índice - En realidad .... Ahora mismo iba a ir a una misión que nos ha informado Norte, ya sabes el pobre ya no puede trabajar desde que se accidento.

-Que lastima -Dijo sin menor interés la platinada.

-Elsa, sabes a lo que vengo.

-Y tú sabes la respuesta Merida -Elsa se cruzó de brazos -No voy a volver a trabajar en eso.

-Debes de regresar, eres un miembro de gran importancia entre nosotros....al igual que él.

-Él ya no está.

-¿Y esa es razón para que no regreses? -Mer alzó el tono de voz angustiada.

-La razón es no volver a cometer errores.

-Eso fue un accidente Elsa, uno que debes superar.

Elsa suspiró cansada.

-Mer, tengo cosas que hacer - Elsa se dio vuelta y tomó un vaso con agua.

-Si entiendo, yo también lo estoy -Mer frunció el ceño, molesta, se dirigió a la puerta y antes de salir por ella volvió a llamar a la platinada - Creo que fue un desperdicio de tiempo venir aquí.

Elsa ignoró su comentario y sólo se limitó a escuchar como cerró la puerta.

Ya está anocheciendo.

Merida al salir se encontró con un encantador castaño sobre un dragón negro.

-Algo me dice que te ha ignorado - Dijo éste tranquilo al ofrecerle su mano para subir a la vestía.

-Ni me lo menciones -Mer subió con su apoyo, Hiccup vestía de la misma manera que Merida - Aun sigue dolida.

-Yo opino que dolida no es la mejor palabra Mer - Hiccup emprendió vuelo con un impulso del dragón - Simplemente estoy de acuerdo con su decisión. Sólo quiere prevenir un accidente.

-Pero son accidentes exactamente Hiccup, no fue su culpa.

-Por ahora debemos dejarlo así.

Elsa estaba recostada en el sofá leyendo un libro de fantasías. Cuando llamaron a la puerta.

Elsa dejó el libro para abrir de ésta y ver a su hermana menor del otro lado.

-Buenas noches Elsa -Ésta le sonrió tierna - Creí que te caería bien una visita.

-¿Por qué lo dices?

Elsa sonreía disimuladamente.

-Bueno...nuestros amigos están ahí fuera expuestos al peligro y tú.... -Anna se sentó a su lado en el sofá - Ya no se a que te dedicas ahora.

Elsa respiró lentamente.

-Sabes que he abierto clases de literatura.

-Hablo de ti, no de lo que te mantienes.

-Anna por favor no quiero hablar ahora de eso, sabes que me molesta.

-Esta bien -Anna respeta su decisión - Háblame un poco de tu día.

Del otro lado de la ciudad, Hiccup y Merida se encontraban protegiendo el museo de antropología.

-¿En serio alguien se atrevería a robarlo? -Dijo Hiccup caminando por los pasillos con Merida.

El lugar estaba desierto, y Chimuelo se encontraba esperando en el centro del jardín dentro del lugar.

-Sabes que Norte nunca se equivoca, él y su estómago - Dijo Merida poniendo ambas manos extendidas en su estómago simulando ser Norte.

Hiccup reía junto a ella.

Se detuvieron frente al salón de hechicería antigua según los brujos de los antiguos pueblos.

-Bien....¿Y qué hacemos ahora? -Dijo Hiccup mientras se sentaba en uno de los bancos del lugar.

-Supongo que esperar -Merida se sentó a su lado - ¿Punzie y Flynn vendrán?

-No, ellos están en el otro museo.

-Ah cierto.

Hiccup miró el rostro de la pelirroja agachada con un rostro deprimido.

-Oye -Hiccup tomó con ambas manos su rostro para verle a los ojos -Estás un poco distraída, y algo deprimida.

-Es Elsa -Mer se apartó de sus manos y se levantó, Hiccup le siguió - Me preocupa que este de esa manera, debería superarlo, la extraño con nosotros y conmigo como amiga.

-La perdida....de Jack no le daño solo a ella - Hiccup miró hacia el traga luz del museo para ver los copos de nieve - A todos en realidad. Era mi mejor amigo y lo he perdido también, y estoy aquí por él.

-Pero ella no lo entiende -Mer se giró a verlo - Ella...... -Pero algo en la vista llamó a Merida.

Una mujer encapuchada apareció entre un humo color violeta fuerte y entre polvo negro.

Merida apuntó con agilidad con su flecha sobresaltando al castaño, cuando se giró éste sacó su espada de fuego.

-Entrégate si sabes lo que te conviene -Merida le amenazó.

-Oh cariño, será mejor que ustedes se aparten si saben de lo que les conviene -Dijo en burla la voz de mujer.

Merida apretó los dientes y disparo pero el acto de la mujer los sorprendió.

Ésta levantó la mano hacia la flecha y la evaporó entre un humo igual al que había aparecido.

-Ahora ustedes -Dijo la mujer aun encapuchada sin dejar ver su rostro.

Apuntó a sus pies y el humo les rodeó haciendo desaparecer del lugar.

La mujer buscaba con la mirada el libro de encantos viejos, y así lo encontró del otro lado.

Llegó a él, con su mano lo esfumó para que apareciera en sus manos.

-Por fin te consigo -Dijo la mujer apartando su capucha para ver mejor el libro- Pitch estará complacido contigo en mis manos.

Gothel sonrió victoriosa mientras desparecía de la misma manera en que apareció.

alaZH

La Caída Del Guardián. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora