Capítulo 5

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Advertencia de Capítulo largo.


***Narradora***

En la casa de Hiccup invadía la oscuridad de la noche, tanto que todos se quedaron dormidos en diferentes lugares de la casa.

Merida quedó dormida en su cama en compañía de Anna, mientras que en la sala, después de un largo jugada en videojuegos de Xbox, Flynn e Hiccup se durmieron cada uno en un sofá diferente.

En su jardín trasero, Kristoff y Anna dormían abrazados, llenos de sábanas debido al fresco de la noche.

Y junto a Rapunzel del otro lado del jardín, estaba Elsa quien no tenía problemas para dormir sin cobijas, pero si el sueño de extrañas sensaciones.

A pesar de ser tan vacío, tenía una presencia en la mente que la inquietaba, había demasiado polvo de brillo dorado en su visón, y de lo más profundo del sueño, apareció un hombre pequeño rubio.

-¡Despierta ya!

Elsa se levantó de a golpe sobresaltada, con el pulso tan rápido que creía que saldría su corazón.

Miró a su alrededor y ya no había presencia de Punzie, sólo su hermana con su pareja.

-Punzie ...... - Dijo Elsa en un gruñido al levantarse. Con sus puños frotó sus ojos cerrados para adaptar de nuevo su vista.

Miró movimiento en la casa, decidió entrar y dejar dormidos a la pareja. Una vez dentro Hiccup estaba tomando su espada de fuego y una que otra arma de mano.

Punzie y Flynn tomaron prestados algunas de las iguales de Hiccup.

-¿Qué suced.....

-Hasta que por fin despiertas –Dijo Flynn sonriente – Tenemos una misión ¿quieres venir?

-Claro, depende si te sientes lista –Dijo Punzie quien estaba a sus espaldas.

Hiccup salió de la clase para llamar con un fuerte silbido a su dragón. Merida llegó a sus espaldas con su arco y flechas.

-Oye – Hiccup le tomó del brazo – Tú te quedas.

-¿Por qué?

-Ni lo preguntes, te quedas.

-Vamos, estaré bien.

-No pienso exponerte –Dijo en el momento que Chimuelo llegó a su jardín delantero. Lo bueno de la colonia es que eran casa con grandes espacios entre ellas.

Los niños de la colonia admiraban al dragón cada que venía a casa de Hiccup. Esta noche se encontraba a cercanías el dragón.

-No me aparto de Chimuelo, aparte puedo estar de arquera a distancia, no lucharé, lo prometo – Merida levantó su mano libre a la altura de su hombro.

Hiccup miró los ojos verdosos de Merida, después a los del dragón para dirigirse a éste.

-Protege a Merida ¿bien amigo? – El dragón asintió carias - ¿Bien? No te separes de ella.

El dragón y Merida se miraron para después la bestia le dedicara una sonrisa sin dientes.

-Estaré bien.

-Por favor, no quiero que te pase nada ahora – Hiccup besó su frente justo en el momento en que los otros tres salieron de la casa.

-¿Vas a venir? – Dijo Merida a Elsa.

-¿Tú irás?

-Claro.

-Entonces no voy.

-¿Qué? ¿Ahora que te hice?

La Caída Del Guardián. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora