Mi Destino (Bringer)

Capítulo veintidos

Marika

Iniciar un noviazgo con alguien siempre me pareció algo complicado, pero ya le había dicho a Ben que le iba a dar una oportunidad y no podía dar marcha atrás.

Sé que debería hablar con él sobre mi madre, que es el momento de contarle de qué va mi vida, pero me da algo de miedo que alguien pueda saberlo todo sobre mí. Tal vez deba esperar a que pase un poco más de tiempo y ver si realmente funcionamos como pareja. Es decir, aun estamos a tiempo de volver a ser solo amigos... creo.

Ese día sábado fue muy divertido, los padres de Ben y su abuela habían decidido dejarnos solos mientras iban al centro comercial. Así que cocinamos pasta, vimos una película con Sissy y jugamos Monopoly por algunas horas.

La mamá de Ben llamaba constantemente para preguntar que estábamos haciendo. Supongo que no confía mucho en nosotros después de lo que pasó en la noche, pero de verdad esta vez no iba a pasar absolutamente nada fuera de lo normal.

-Creo que debería ir a mi casa- susurré mientras comía una aceituna en la cocina-. No creo que a tus padres les guste mucho la idea de que pase la noche aquí, tomando en cuenta que supieron lo que pasó ayer.

-Bueno, quiero que te quedes- dijo antes de besar mi frente-. Ahora si quieres dormir en mi cuarto y hacer el amor conmigo es tu decisión, porque originalmente había pensado que podrías dormir en el cuarto de Sissy.

Le di un golpe en el brazo, fingiendo que me había enfadado con él. Pero luego sonreí y besé suavemente sus labios.

-Tengo cosas que hacer- murmuré tomando su mano para salir de la cocina-, además necesito saber como está mi papá.

-Vale, te dejaré ir, pero pasaré a buscarte el lunes para ir al instituto- respondió con una sonrisa-. No puedo permitir que mi chica camine cuando yo tengo auto.

-No me moriré por caminar- dije frunciendo el ceño-, tampoco quiero que seas mi chofer, es decir, estamos saliendo pero no eres mi sirviente ni nada por el estilo.

-Vivimos cerca; no me desviaré demasiado por pasar a tu casa.

-No es necesario- protesté cruzando los brazos sobre el pecho.

-Pero quiero hacerlo, de verdad...
-Vale- cedí no muy conforme-, pero habrán ciertas reglas.

-¿Qué tipo de reglas?- preguntó entrecerrando un poco los ojos.

-Quiero tener mi espacio- afirmé con convicción-, eso significa que no quiero que me llames y me acoses todos los días o a todas horas. Tampoco quiero almorzar con tus amigos populares; tus amigos no necesariamente tienen que ser los míos y odiaría sentirme como una intrusa.

-Sobre esos dos puntos podemos llegar a un acuerdo- señaló después de unos segundos de silencio-, pero yo también quiero elegir ciertas reglas.

-No pidas cosas imposibles- me quejé frunciendo el ceño.

-Lo primero que quiero es que el fondo de pantalla de tu celular tenga una foto nuestra, además debes venir a mi casa al menos una vez a la semana; es justo tomando en cuenta que no quieres que yo vaya a visitarte a la tuya...

Asentí pensando en que tal vez estaba en lo cierto, ¿Pero una vez a la semana? Tendría que inventarme un montón de mentiras para que mi padre me deje salir tan seguido de la casa o tendría que quedar con Ben todos los jueves que es prácticamente el único día en que mi padre trabaja hasta tarde, pero eso me impediría hacer otras cosas mucho màs importantes.

-Puedes ir a mi casa- murmuré después de pensármelo muy bien-, pero siempre de noche y no puedes entrar por la puerta principal; tendrás que darte la vuelta y entrar o salir por la ventana de mi cuarto.