Capítulo cinco

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Marika

Harina.

Cuando Ben me contó acerca de la bienvenida que planeaban darme, no le di mucha importancia. Quiero decir, no es tan horrible recibir un baño de harina, no es grave ni mucho menos doloroso. De hecho, estoy completamente segura a que yo podría sobrevivir a algo así.

La harina se va con un baño, no causa dolor alguno y las fotografías en Internet pierden importancia en cuanto algo más interesante sale en la red. No soy tan sensible como para comenzar a sufrir por cosas tan insignificantes como los dramas de un instituto.

Al volver al instituto los otros estudiantes no dejaban de mirarme. Vale, entiendo que fue bastante raro que Ben Parish haya decidido de pronto pasar su tiempo con una persona como yo, pero a mi defensa quiero decir que yo no quería almorzar con él y que me obligó a ir con él pese a que le grité que era un hijo de puta, entre otras cosas que una señorita no debe decir.

En clase de matemáticas una chica de cabello rubio rojizo y unas cuantas pecas se me acercó. La había visto antes en la clase de deportes, no es guapa aunque tampoco es fea; es una chica más bien normalita y a simple vista pude notar que yo no era de su agrado.

-Hola- me saludó en voz muy baja mientras se sentaba a mi lado con el cuaderno en la mano-. Eres Marina ¿verdad?

Fruncí el ceño. No me gusta que las personas pronuncien mal mi nombre, sé que debería estar acostumbrada, pero hay cosas que nunca cambiarán aunque pase mucho tiempo.

-Me llamo Marika- la corregí mirándola como si le tuviera pena. Luego nos quedamos en silencio un par de minutos que se hicieron terriblemente incómodos-... ¿Necesitas algo?

La chica se ruborizó de inmediato y bajó la mirada a sus zapatillas negras.

-¡No!.. quiero decir sí... me gustaría hacerte una pregunta.

-¿Sobre qué?

-Te vi ir de la mano con Ben Parish- miró de reojo hacia donde él estaba sentado y luego me miró a mi... mejor dicho miró a la chaqueta negra que me había puesto-. Sé que mi pregunta es algo impertinente, pero ¿es verdad que son novios?

La chica me miraba expectante, mientras yo intentaba no dejarme llevar por el enojo. No me gustan los rumores, ni tampoco las chicas que los difunden porque no tienen nada divertido que hacer.

-¿Cuál es tu nombre?- le pregunté con frialdad.

-Soy Cassie- su voz era temblorosa e insegura, mientras que la mía siempre ha sido firme y poderosa-, Cassie Sullivan.

-Muy bien, Cassie- la miré a los ojos como si ella fuese una cucaracha a la que estaba a punto de aplastar-. Quiero que sepas que no me gusta que se metan en mi vida privada y mucho menos una persona que no conozco... de todas formas, puedes quedarte tranquila: Ben no se convirtió en mi novio ni en mi mejor amigo de la vida solo por tomarme de la mano.

-¡No es que me preocupe!- exclamó- Es solo que...

-Escucha- la interrumpí-: puedes seguir enamorada en secreto de él si quieres o puedes decirle para que tengan una historia de amor como en las películas, pero a mí no vas a meterme en tus líos amorosos ¿está claro?

Sullivan sonrió con ironía mientras comenzaba a anotar un ejercicio que la profesora había escrito en la pizarra.

-Pierdo mi tiempo hablando contigo- susurró-, eres demasiado altanera como para agradarle a alguien; es imposible que Ben y tú sean novios o incluso amigos.

-Piensa lo que quieras...

-Como usted diga, Reina Marika.

Decidí ignorarla y comenzar a prestar atención en la clase. Debo decir que no me llevo especialmente bien con las mujeres, de hecho cuando aun mi mal humor no espantaba a las personas, tenía más amigos hombres que mujeres.

Mi Destino (Bringer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora