Capítulo veinte

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Ben:

Cuando llegue a casa después de la clase de matemáticas, vi que mi hermana estaba enferma. Al parecer mi abuela le compro un paquete de frituras y unos dulces que le hicieron daño al estómago. En consecuencia estaba llorando por el dolor y porque no podríamos ir a acampar este fin de semana.

-¡Ben, dile a mamà que me siento bien!- gritò en cuanto fui a su habitación a verla- ¡Dile para que me deje ir a acampar contigo!

-Lo siento, pero tendremos que dejarlo para otro día- me mirò con tanta pena que me sentí muy mal por ella-. No voy a arriesgarme a que te pase algo malo a la mitad del bosque.

-¡Pero yo si quiero ir a acampar!- gritò comenzando a llorar- ¡Quiero acampar contigo y con Marika! ¡Has algo!... ¡¿Y si la llamas y acampamos en el jardín?!

Mirè a Sissy con curiosidad mientras pensaba que no serìa tan mala idea acampar en el jardín, después de todo, si le ocurre algo a mi hermana podré despertar a mis padres para que se la lleven al hospital y asi podría darle una buena razón a Marika para que se decida a salir conmigo de una vez por todas.

-No es tan mala idea- respondì limpiándole las lágrimas de la cara- ¿Desde cuando tienes ideas tan brillantes?

-La abuela dice que soy mucho màs lista que tu- respondiò sonriendo ahora un poco màs tranquila-... Entonces ¿Llamaràs a Marika para que venga?

-Lo intentaré- dije suspirando mientras me sentaba junto a ella en su cama-, pero no puedo prometer nada; si ella no quiere venir ni siquiera pienses que podré convencerla de lo contrario ¿está claro?

Sissy asintió mientras yo marcaba el numero de Marika como por quinta vez durante esta semana. Tal vez deba poner un limite a ese tipo de llamadas, es decir, nadie quiere salir con un tío que se comporta como un acosador.

-Hola- me saludó después de unos segundos mientras mi hermana me miraba expectante.

-Hola- saludé intentando sonar casual- ¿Cómo estás?

-Bien... ¿y tu?

Esta conversación es sin lugar a dudas una de las más cortantes que he tenido en la vida.

-Bien- nos quedamos en silencio al menos tres segundos hasta que me decidì a que yo debía seguir con la conversación porque, después de todo, fui yo quien la llamó-... Hoy se supone que iriamos a acampar con Sissy...

-Sobre eso...- me interrumpió- ayer estaba tan enojada que ni siquiera me moleste en pedir permiso, así que no creo que pueda ir.

-Bueno, mi hermana se enfermó un poco, pero ella de todas formas quiere acampar y se nos ha ocurrido que podrías venir y hacemos algo en el patio de la casa ¿Qué dices?

Marika se quedó en silencio unos segundos; supongo que estaba pensando en si debía o no venir. Odio que se cuestione tanto las cosas, pero al menos ahora sé que tiene una buena razón para hacerlo.

-Pediré permiso, pero de verdad creo que no podré ir- susurró ahora en voz un poco más baja-. Mi papá no está teniendo un buen día y me da un poco de miedo dejarlo solo.

-¿Quieres que vaya a tu casa?

-Sabes que no... Escucha, te llamo en cinco minutos ¿vale?

-Vale- respondí sin mucho interés, aunque de pronto no pude evitar sentirme preocupado-... ¿Está todo bien?

-Sí, no te preocupes. Solo voy a hablar con mi papá... te llamo en un rato.

Cuando corté, me encontré con los ojos expectantes de Sissy quien parecía haber estado conteniendo la respiración durante todo el rato que duró la conversación.

Mi Destino (Bringer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora