Mi Destino (Bringer)

Capitulo veinticuatro

Ben

Llegué a mi casa antes de las seis de la mañana, estaba algo cansado porque no había conseguido dormir mucho en el auto, pero pese a todo había sido una muy buena noche. Subí a mi cuarto para cambiarme de ropa y ponerme algo un poco más cómodo y esperar a que fuese una hora prudente para bajar a tomar desayuno

No sabía si es que Marika habría llegado a dormir, pero supuse que sería lo más probable, ya que nos quedamos despiertos hasta muy tarde y no nos dedicamos solo a conversar.

Me moría de vergüenza cada vez que pensaba en la carta que le había escrito y en que tal vez podía estar leyéndola en ese preciso momento.

Me dije que tal vez escribir esa carta había sido un error. Nunca se me ha dado bien redactar cartas de amor y tal vez ni siquiera he logrado transmitir todo lo que siento por ella en el papel. Sé que es algo precipitado, tomando en cuenta que solo llevamos una semana de noviazgo, pero la verdad es que creo que la he querido desde mucho antes y me gustaría que lo supiera.

Revisé mi celular para ver si es que Marika me había escrito algún mensaje, pero no había absolutamente nada. Ni siquiera se había conectado durante la última hora y no quería acosarla con nuevos mensajes, se supone que no debo intervenir en su espacio personal.

Dormí durante un par de horas antes de que Sissy entrara en mi cuarto con un oso de peluche y comenzara a saltar en mi cama.

-¡Sissy, no saltes!-gruñí restregándome un poco los ojos- ¡Tengo sueño!

-Mamá dijo que te despertara-señala saltando con aun màs fuerza.

-¡Pero es fin de semana!- me defendí- Hoy no hay instituto y quiero dormir hasta tarde.

-¡Tienes que bajar a desayunar!- exclamó tirándome una almohada a la cabeza- Es tarde y mamá quiere que me lleves al cine.

-Mamá no quiere eso- la corregí frunciendo el ceño-, tú quieres ir al cine... ¿es que acaso no eres conciente de que no dormí casi nada?

-¿Por qué no dormiste nada?- preguntó mirándome con curiosidad.

-Porque llevé a Marika a una fiesta que duró hasta la medianoche.

-¡Que romántico!- exclamó aplaudiendo contenta- ¿y luego que hiciste?

Luego...

Luego hice cosas no aptas para que mi hermana se entere y... hablando de eso, creo que debería llamar a Marika y quedar con ella para salir o al menos para saber si leyó mi carta.

Esperé hasta que Sissy salió de mi habitación y marqué su número. El móvil sonó casi tres veces hasta que por fin contestó.

-Hola- me saludó una voz muy diferente a la suya-, soy la oficial Smith, en estos momentos la señorita Monroe está en un interrogatorio ¿me puede decir cuál es el motivo de su llamada?

-He... este... ¡¿por qué está en un interrogatorio?!- pregunté preocupado- ¡¿le pasó algo malo?!

-Lo siento, pero no puedo dar detalles acerca de eso- respondió la oficial con una amabilidad terriblemente ensayada-. La investigación está en proceso y mientras eso pase, no podemos dar ningún tipo de información... ¿Podría decirme por qué ha llamado?

-Este... soy su novio y quería hablar con ella- afirmé paseando nervioso por mi habitación-, solo quería saber si estaba todo bien...

No sé que tan triste sonó mi voz, pero creo que soné lo suficientemente desesperado para que la oficial suspirara con algo de pesar.

-Escucha, no tienes de qué preocuparte- esa afirmación solo hiso que me sintiera aun peor y más ansioso por ver a Marika y comprobar que ella está bien-, el interrogatorio debe estar por terminar y en cuanto la vea le diré que la has llamado, ¿está bien?

Cuando la oficial Smith colgó mi llamada, sentí los latidos más rápidos de mi corazón. Algo malo había pasado desde que dejé a Marika en su casa, hasta ahora.

Ella siempre dijo que su padre era muy celoso, tal vez me vio besándola desde la ventana y se puso algo violento... Mierda, pensar en que ese hombre pudo haberla golpeado por mi culpa me hace sentir terrible.

Mil ideas pasan por mi cabeza y en todas su padre intenta hacerle daño. Recuerdo, entonces, que ella me dijo que su padre solía confundirla con su madre y la posibilidad de que haya intentado violarla, se forma inevitablemente en mi cabeza.

Tomo las llaves y mi celular de forma mecánica para bajar las escaleras rápidamente. Cruzo la cocina a toda velocidad ignorando a mi familia mientras pienso si ir primero hasta su casa o pasarme directamente a la estación de policia.

-¿A dónde vas tan apurado?- pregunta mi abuela mientras revuelve una mezcla en un bol.

-Marika está en la estación de policia- contesto rápidamente-, voy a buscarla y ver si necesita algo.

-No puedes ir- dijo mi mamá poniendo una mano sobre mi hombro-, si está detenida sus padres tienen que ir a buscarla, además no creo que te dejen verla.

-¡Ese es el problema!- exclamé sintiéndome un inútil- Ni siquiera sé por qué está en la delegación; me da miedo pensar que tal vez... su padre le hiso algo malo...

-Lo primero que tienes que hacer es calmarte- mamá me obligó a sentarme en una silla y luego se sentó a mi lado para sujetar mi mano-. Si estás así de nervioso, no podrás ayudarla ni mucho menos, obtener información... además, debes pensar que ahora está segura en la delegación y no le pasará nada.

-Solo quiero saber si está bien.

Estaba casi al borde de las lágrimas, me sentía terriblemente angustiado y tenía un muy mal presentimiento, pero sobre todo quería ver a Marika y besarla hasta que todos los problemas se fueran.

Me quedé en mi casa bebiendo un té de hierbas que preparó mi abuela; mi madre me había quitado las llaves del auto y ya no podré salir de la casa.

-Cariño, debes calmarte- dijo mi abuela abrazándome-. Tu novia estará bien y ya verás que todo esto será solo un mal recuerdo.

-Es que me preocupa su padre- susurré bajando un poco la mirada-... él es alcóholico y a veces la golpea. No sé que le haría a ese hombre si descubro que le ha hecho algo.

-No puedes pretender que agrediendo a su padre vas a solucionar lo que le pasó a esa chica- contestó mi abuela con seriedad en la voz-. Ese hombre está enfermo y si le hiso algo fue bajo los efectos de su enfermedad, no es por defenderle ni por justificarlo, pero si le haces algo la más perjudicada será tu novia... ¿no te has puesto a pensar que ella se sentirá muy mal si le pasa algo a su padre? Si se ha callado los golpes y los malos tratos, es porque no quiere perder a su papá y deberías respetar eso.

-¿Entonces qué puedo hacer?

-Solo debes tener paciencia y apoyarla en lo que puedas- me dio un leve apretón en la mano-... ahora bien, si en dos horas no recibes ninguna noticia entonces te acompañaré a la estación de policia.

Mi abuela. Siempre ayudándome, sin embargo, esta vez creo que solo podré quedarme más tranquilo cuando hable con Marika y nada pueda volver a separarnos...