1| ¿Él es mi jefe?Genial, lo que no quería que pasara, pasó.
Hoy en la mañana recibí una carta por parte de Corporación Cápsula en donde estipulaba la aceptación mi solicitud de empleo debido a mi perfecto perfil, y que, al inicio de la próxima semana, comenzaría con mis deberes en asistencia ejecutiva. Significaría un excelente trabajo debido a la paga, pero gracias al señor "me escapo de la oficina" es muy difícil.
Esa es la razón por la cual no duran mucho sus asistentes, pero, esta vez, será diferente.
Finalmente, llegó el día. Me dirigí a mi lugar de trabajo, no sin antes hablar un poco con la antigua secretaria sobre todo lo que había por hacer.
¡¡Wow!! —pensé mientras tecleaba una y otra vez sobre los archivos pendientes—. Si que es demasiado trabajo y, si le sumas estar al pendiente de ese joven escurridizo, es un poco peor la situación.
De pronto, se abrió el ascensor. Alcé la mirada suponiendo que se trataba de mi nuevo jefe, pero vaya sorpresa que me llevé al ver un mar de gente alrededor de un joven no muy mayor a mi edad.
Llevaba un traje del cual no pude distinguir si era un tono de café o no. Unas gafas de lectura muy peculiares acompañaban su vestimenta y su cabello era de un raro color lavanda que le sentaba muy bien, que por cierto, era un color muy realmente bello.
Bien, basta de describir como era, el punto es que estaba rodeado de un gran número de personas mientras se dirigía hasta mí.
Alto...se dirigía... ¿a mí?
No, por supuesto que no. Se dirigía a la oficina a un lado de mi escritorio, sin embargo, justo antes de llegar a la puerta a mi lado, dio un perfecto giro sobre sus talones en dirección a aquella masa de humanos dando una fuerte palmada. El cuchicheo paró y se hizo un silencio.
Esa acción me sacó un poco de balance, con mis dedos aun sobre el tecleado, lo observé conteniendo el aliento, al igual que todos.
—Por favor, tengo que terminar mis deberes, así que, es todo por hoy —sonrió un poco, para, después, cambiar radicalmente su tono de voz—. ¡A trabajar se ha dicho! —logró sonar decidido y autoritario.
Genial. Ahora no sé si pensar que 1) es un cretino arrogante, 2)hoy está de buenas para hacer su trabajo o 3) también puede ser que terminando sus deberes se vaya.
—Buenos días —su voz distorsionó mis pensamientos—, veo que usted es la que sustituirá a Alice —comenzó a decir el joven peli-lila de hace un momento. Alice era la señora con la que había hablando hace unos momentos, la ex-asistente ejecutiva—. Señorita, ¿puedo saber su nombre?
Su amabilidad me hizo sonreír dulcemente, aunque también me sentí un poco torpe.
—Oh, sí, disculpe —me levanté del asiento de un salto e hice una reverencia—. Mi nombre es ___ Grills, soy su nueva secretaria, señor —afirmé jovial, alisando mi falda.
—Basta de reverencias—hizo un gesto restándole importancia con una mano—, mi nombre es Trunks Brief, ahora que nos hemos presentado, ¿podrías llevar los pendientes de firmar, por favor?—una sonrisa burlona se columpió en sus labios al momento que enseriaba su rostro.
Su actitud me hizo sentir confundida.
—Claro, en un momento, señor —asentí con la cabeza, él tomó dirección a su oficina.
Hice unas cuantas llamadas y, al cabo de unos minutos, el elevador se abrió de nuevo mostrando una montaña de carpetas viniendo a mi escritorio, el joven que las llevaba sólo las colocó sobre la mesa y se retiro al instante.
Genial, son demasiadas. ¿Acaso nunca hace algo?
Entré a la oficina no sin antes tocar, las dejé sobre el escritorio y él empezó a firmar descontroladamente lo cual hizo que la sangre comenzara a hervir en mi interior.
—Disculpe, pero, ¿no le da miedo que alguno de esos documentos sean para otra cosa y no para el beneficio de esta compañía? —pregunté de la manera más amable posible, tratando que no se notara la vena que estaba comenzando a marcarse en mi frente.
Odiaba la pésima organización y el descontrol.
—No, no me da miedo, señorita Grills. Sea lo que sea, terminaré arreglándolo —sentenció, la redondez de su firma y un punto final señalaba que había terminando con todos esos documentos. Me sorprendió su comportamiento—. Ya puedes llevártelos —sonrió victorioso, provocando aún más inconformidad en mí.
—Esta bien, señor —asentí, respiré aire profundamente para tranquilizarme. Tomé las carpetas entre mis brazos y, sin más, di la vuelta con la idea de salir de ese despacho.
Coloqué aquellos cartoncillos sobre el escritorio. Solté un bufido, alcancé la agenda (una tableta portátil muy útil). Desafortunadamente, ahí establecía que habría dos juntas por la tarde. No tuve de otra más que regresar ante la presencia del de ojos celestes.
Dí la media vuelta, entré sin tocar.
Por Dios ¿tanto es el estrés de este joven que quiere suicidarse?
Observé como mi ahora jefe se iba a tirar por la ventana, una ventana en el piso 40.
A una rápida velocidad lo tomé de los pies y volé junto con él.
—¡¡Esto no es posible, esto no es posible!! —me permití hablar en voz alta, más alta hasta llegar a gritar mientras me aferraba fuertemente del señor Trunks. Sentía como mi corazón palpitaba por mil y mis lágrimas comenzaban a brotar de mis ojos .
Esto es raro, no esta usando ningún instrumento ni siquiera un prototipo, pero...
¡¡¿Qué rayos?!!
Comencé a caer, sentía que mi vida se iba a no sé donde. Mi garganta no emitió sonido alguno, alcé los brazos intentando, aunque fuera de los pies, agarrarme de aquel trajeado.
Observé sus facciones reproduciendolas en cámara lenta, algo surcó en sus ojos. Sin duda, fue sorpresa. Él seguía en el mismo lugar, enserió su rostro.
Se impulsó hacia mí desde arriba. Sentí unos brazos alrededor de mí y dejé de caer, pero mis lágrimas si caían sin parar.
¡¿QUÉ DEMONIOS HABÍA PASADO?!
Este es mi primer historia la cual espero sea de su agrado :3
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♥Gracias por leer ♥
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Mi jefe es un Saiya...¿qué? Trunks y Tú [EDITANDO]
FanfictionHola, mi nombre es ___ Grills. Recientemente he terminado mis estudios universitarios, me gradué con las mejores calificaciones. Espero que esto me ayude para cumplir mi más grande sueño...trabajar en Corporación Cápsula. Estoy a punto de lograrlo...