Mi jefe es un Saiya...¿qué? Trunks y Tú [EDITANDO]

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28| El dragón maligno.

Estaba aún tomada del brazo de Trunks quien veía completamente asombrado al dragón que apareció de las esferas. Todos estaban sorprendidos.

—¿Qué es eso? —preguntó el señor Goku.

—Esa criatura es como Shenlong, ¿verdad, abuelito? —cuestionó Pan.

—Sí, es lo más probable —contestó el pequeño azabache.

—También salió de las esferas del dragón —agregó Bulma, confundida.

—¡Qué tontos son ustedes al haberme invocado! —se burló el dragón, poseía ojos rojizos y daba miedo al verlo.

—No es el mismo Shenlong —dijo la peli-azul mayor, frunciendo el ceño—. Además, es muy vulgar.

—¡Mamá, no digas eso! —señaló Trunks—. Es una falta de respeto al Dios de los dragones.

—El aire fresco de este mundo me reconforta mucho, ¡hace que vuelva a la vida! —declaró la criatura para sí mismo—. Con esto bastará para que cause mucho alboroto.

—Oye, ya deja de decir tonterías y ponle seriedad a esto —exclamó Pan, indignada—. ¿Cuál es su deseo?, eso es lo que deberías decir —añadió, con voz grave, imitando tal vez al verdadero Shenlong.

El dragón sacó un puro y un encendedor para posteriormente comenzar a fumar muy tranquilo.

—Yo no acepto que me den ordenes unos humanos tontos —se burló de nuevo y todos nos sorprendimos aún más.

—¿Quién diablos eres tú? Confiésalo —le gritó Trunks, posicionándose frente a mí y mostrando su puño.

Este expulsó agresivamente el humo de su cigarrillo por su hocico a nosotros, nos cubrimos con nuestros brazos. Después absorbió aire atrayendo las esferas del dragón y tragándoselas.

—¿Por qué hizo eso? —pregunté, alarmada.

Bulma saltó a la furia.

—Oye, ¿Cómo te atreves a hacer esa barbaridad?

Los ojos del dragón destellaron un brillo rojo y una ráfaga de aire se hizo presente invadiendo su alrededor, un remolino negro se formó.

Logré ver a unos dragones menores que en el hocico traían una bola blanca mientras me cubría el rostro, después, una luz brillante nos cegó.

Las esferas del dragón se dispersaron, el cielo volvió a ser azul.

—Se fue —escuché la voz desanimada de Pan.

—¿Qué fue lo que paso? —preguntó Bulma, desconcertada.

—¡Miren, una aurora boreal! —señalé al cielo. Todos miraron en esa dirección.