Justin estaba acostado en la hamaca de su patio. El cielo estaba completamente despejado, se veía cada y una de las miles de estrellas. Algo parpadeó. Sonrió. Recordó la noche de hace un par de años, donde besó a Charlotte por primera vez, cuando empezaron a salir. ¿Y ahora? De nuevo. Pero la historia se volvería a repetir, ella se iría.
Y esta vez para siempre. Los ojos se le humedecieron. Joder, lloraba cuando era niño...¿Por qué ahora de vuelta?. Parpadeó para hacer desaparecer las gotas saladas, pero el pensamiento no sació. No quería perder la, no quería... no quería que ella muriera. Porque si ella moría, él también. En ese momento le taparon los ojos.- ¿Quién soy? – dijo una voz algo de falsete.
- Mmh... no sé. – dijo Justin sonriendo porque pensaba que Charlotte se había colado en su patio para darle una sorpresa. Las frías manos desaparecieron, Justin se giró, sentándose en la hamaca. – Ah, hola Caro – sonrió, y ella a él también.
Desilusionado. No veía a Charlotte desde ayer por la tarde. Dijo que necesitaba pasar tiempo con su familia... si es que de verdad su cuenta atrás había empezado, y no tenía tiempo que perder.
- ¿Cómo estás? – dijo Jasmine.
- Bueno, ya sabes...
- ¿Ya sé? Pensé que me dirías... que te alegras de verme, o algo así.
- Caro, no es buen momento.
- ¿Por qué? – dijo arqueando una ceja – Ah ya entiendo. Es por lo de Charlotte ¿no?
Justin asintió, intentando ignorar el nudo que se le hizo en la garganta.
- No te preocupes, todo irá bien.
- ¿Qué no me preocupe? El médico...
- Ya sé que dijo el médico. ¿Por qué te pones así? ¿Es que aún la amas?
- Si, Caro... - dijo Justin sin dudar, mirándola fijamente en los ojos.
- Entonces ahora sí que lo nuestro ha acabado ¿no?
- Lo nuestro terminó hace más de un año.
- No mientas.
- No miento. Es la verdad. Yo siempre... siempre amé a Charlotte
Caro abrió la boca para decir algo pero Justin volteó. No quería seguir escuchando nada. Solo quería ver y pasar tiempo con Charlotte. Era la única persona que necesitaba en estos momentos. Caro lo abrazó por detrás.
- Oye, lo siento... - murmuró besándole el hombro – no quería que te enfadaras.
- Ni yo quiero enfadarme. Pero debes comprenderme...
- Y te comprendo. – dijo apoyando su frente en la espalda de Justin – pero entiéndeme tu a mí, de igual modo. Yo... - se acercó a Justin, mirándolo compadecida – Yo te quiero a ti.
Se alzó un poco y le dio un suave beso en los labios.
Justin la retiró un poco.
- ¿Qué haces? – murmuró – Caro, yo...
- Oh, creo que llegué en mal momento... – Justin se puso más pálido que la propia luna llena. – mejor me voy y seguís con lo vuestro.
Justin siguió a Charlotte que segundos antes estaba apoyada en el marco del balcón, frente al jardín. Y había presenciado parte de la escena. Justin la cogió por el brazo, pero el fuerte carácter de Charlotte no cesó y se zafó de su mano, yéndose, cabreada, celosa, hasta la puerta.
- ¡Charlotte, joder! – la cogió, esta vez por la cintura, y la atrajo, hasta que quedo su espalda contra el pecho de Justin. - Me quieres escuchar...
- No.
- No era una pregunta, nena.
A Charlotte le recorrió un escalofrió por todo el cuerpo al escuchar la adorable voz de Justin llamarla 'nena'. Intentó no sonreír, pero no pudo. Una pequeña sonrisa se dibujó en su cara.
- Ei... - Justin la volteó viendo que había sonreído – Caro me robó un beso, eso fue todo.
- No hace falta que me des explicaciones. – dijo agachando la mirada, volviéndose a poner seria. – de un buen principio tuve que saber que lo de ayer por la tarde fue un error y que tu y yo no volveremos jamás.
Se giró nuevamente, pero Justin la empotró contra la pared, de una manera brusca y posesiva.- Mírame a los ojos y repite eso. – Charlotte miró hacia otro lado. – Mírame.
Sus ojos celestes se clavaron en los marrón oscuro. A Charlotte le entraron ganas de llorar por la dura expresión de Justin. Esos treinta segundos parecieron una eternidad. Sentía la respiración de Justin acariciar sus labios. No, joder, no, no había sido un error... nunca hubiera sido un error. Justin se abalanzó, pulsó sus labios con fuerza contra los de Charlotte cerró los ojos y la apretó contra su cuerpo. Le abrió la boca con la lengua y acarició la suya con esta. charlotte se rindió. Llevó sus manos entre los encantadores mechones de pelo de Justin y lo acercó más a ella, dentro de lo que cabía. Lo quería todo para ella, todo. No había ni Caro, ni Jeydon, ni nadie. Justin era de Charlotte y Charlotte era de Justin.
Caro ☝
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En 16 dias (Terminada)
Teen FictionCharlotte era libre. Si, un alma rebelde. Y ahora su pelo volaba libre, al viento. Esas ondas tan definidas de un color castaño muy peculiar, eran acariciadas por la brisa del aire, que soplaba al ritmo que corría la moto. Iba agarrada a la cintura...