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Sagitario se encontraba cerca de la constelación del amor. Virgo, un poco más alejado. Pero igualmente, unidos. Fuego y tierra… quizás alguien hubiera dicho que es una mala combinación. Pero Charlotte y Justin eran la excepción que confirmaba la regla. Eran lo que a uno le faltaba o necesitaba. Justin relajaba los sentidos alterados de Charlotte. Y Charlotte agitaba la seria y tranquila vida de Justin. Tal para cual, como alguien otro diría. El punto de unión entre Sagitario y la Osa Mayor – la constelación del amor- brilló en ese preciso momento. Un suspiro se escapó de la boca de Charlotte al sentir como Justin salía de dentro de ella. Era demasiado rico, bonito, fantástico para ser verdad. Pero agotador, a la vez. Justin vio como los ojos de Charlotte se cerraban poco a poco. La cogió en brazos y la llevó en la cama. Observó como los vivos colores que él mismo había colocado en la habitación de Charlotte la adornaban por completo. La tapó con las sabanas y se vistió, intentando no hacer ruido. Hacer el amor con ella era fantabuloso – Justin rió al recordar aquella palabra que hacía poco se le había ocurrido a la loca de su novia. – pero a la vez el cansancio los rendía por completo. Dudó en quedarse o irse. Si los padres de Charlotte no habían vuelto aún, lo estarían a punto de hacer. Eran las doce y treinta y ocho de la mañana. Mejor cogía el coche y volvía a casa. Ya pasaría a ver a su niña mañana en la mañana, después de una buena dormida.

En 16 dias (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora