Justin se sentó al lado de Charlotte. Cogió un trozo de algodón de azúcar y se lo metió en la boca. Cogió la cara de Charlotte por el mentón y la provocó a que lo ayudara con ese enorme trozo que aguantaba con los dientes. Charlotte sonrió y cogió de la otra punta, hasta llegar a los dulce labios de Justin.
- Esta es mi sorpresa… - susurró Justin.
- ¿Sí? ¿No me digas? – dijo Charlotte irónica.
Justin asintió.
- Solo que tendrás que mirar por la ventanilla para verla.
La noria se paró. La cabina se balanceó un poco. Charlotte miró. Se veía la espléndida ciudad de Los Ángeles a lo lejos, oscura. Y un mantel oscuro en el cielo, precioso. Con miles de estrellas y ahora, media luna. De repente, algo en lo lejos. Una bengala, subía, recorriendo todo ese cielo teñido de un azul marino. Detrás, sentía la sonrisa de Justin. El petardo explotó. Pareció el más precioso del mundo, un instante, que duró eterno. La sonrisa de Charlotte que se agrandaba. Y ese brillo en los ojos de pura ilusión. Y ahora el cielo, también iluminado con unas simples pero sentidas letras ‘Por siempre tu y yo.’
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En 16 dias (Terminada)
Teen FictionCharlotte era libre. Si, un alma rebelde. Y ahora su pelo volaba libre, al viento. Esas ondas tan definidas de un color castaño muy peculiar, eran acariciadas por la brisa del aire, que soplaba al ritmo que corría la moto. Iba agarrada a la cintura...
