Charlotte se movió en la cama. Se levantó despacio. Mirándose en el espejo de pie. El pelo alborotado, el maquillaje sin quitar. Dormida con la ropa. No me cambié... no me quité el maquillaje. Ahora me acuerdo... me dormí en el coche de Justin. Él debe haberme subido.
Charlotte se sonrojó al imaginársela en brazos de Justin. Pobre... me tuvo que cargar hasta mi cuarto. Bajó despacito las es caleras, frotándose los ojos. Escuchó sus padres discutir, no quiso intervenir y se quedó sentada en un peldaño de la escalera.
- Pero David... será mejor que se lo cuentes, cuanto antes mejor...
- No por ahora... ella ya tiene bastante con la muerte de Jeydon para que le diga que ella también sufrió graves consecuencias.
- Por dios, amor... es una cosa que debe saber...
Charlotte escuchaba atenta. Estaban hablando de ella. De algo que le pasaba. ¿Pero el que? Un calor le subió hasta el vientre. Siguió escuchando para saber que más podría descubrir. Aun que hubo suficiente con la siguiente frase de su padre.
- Cloe, no soy capaz... no me veo en corazón de decirle a mi propia hija que le queda poco más de dos semanas de vida... - dijo su David con voz ahogada.
Charlotte abrió los ojos. Intentó no chillar. Dejó ir el aire, lentamente. Las lágrimas se acumularon en sus ojos. Poco más de dos semanas de vida. Esa frase se repetía vez tras otra en su cabeza. No pudo más. Apoyó la frente en la pared de la escalera, y dejó que las lágrimas empezaran a bajar por sus mejillas, terminando por caer en la pierna.
Justin picó en la puerta de los Woodsed. David lo abrió, con una tristeza en su rostro.
- ¿Pasó algo? – dijo Justin, cambiando la expresión de su cara.
- Charlotte no quiere salir de su cuarto... creo que nos escuchó discutir a mí y a Cloe... - se corrió de la puerta y dejó pasar a Justin.
- ¿Dejas que vaya a hablar con ella?
David asintió, cerrando la puerta. Justin subió las escaleras.
- ¿Charlotte? – dijo dando suaves golpes en la puerta de su habitación.
- ¿Qué? – dijo Charlotte al otro lado, con frialdad.
- Soy Justin... abre...
Se escuchó como retiraba el pestillo. Charlotte abrió un poco la puerta y se asomó, con lágrimas en los ojos. Seguido, lo abrazó, fuerte. Como nunca antes había abrazado a otro hombre.
- ¿Qué pasa? ¿Qué tienes? – dijo Justin besándole la cabeza con dulzura.
- Escuché a mis padres... - Justin se heló. David tenía razón... había descubierto la otra parte de la historia. Lo que le pasaba a ella. – descubrí que... - empezó a llorar más fuerte – me queda poco más de dos semanas de vida... - estrujó fuerte el jersey de Justin, con los puños, desahogándose. Mojando el hombro de él. Pero a Justin eso le era diferente. Lo que le preocupaba era Charlotte. Y a ella le extrañó que no dijera nada. Se supuso lo peor. - ¿Tu también lo sabías? – dijo apartándose de Justin.
Él no sabía que decir. Pero el silencio lo delató.
- Vaya mier.da – masculló Charlotte volteándose y entrando a su cuarto de nuevo, acompañado de un portazo.
- Charlotte, por favor... - dijo Justin acercándose a la puerta de nuevo – No te cabrees... déjame que te explique...
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En 16 dias (Terminada)
أدب المراهقينCharlotte era libre. Si, un alma rebelde. Y ahora su pelo volaba libre, al viento. Esas ondas tan definidas de un color castaño muy peculiar, eran acariciadas por la brisa del aire, que soplaba al ritmo que corría la moto. Iba agarrada a la cintura...