Hanyauku [EunHae +18]

Capítulo 10

Me remuevo incómodo en el umbral hacia el gimnasio. Hago ademán de morderme el labio, pero me contengo en cuanto noto el roce del falso colmillo sobre él. No puedo creerlo. De verdad estoy en la fiesta de Halloween de una universidad, disfrazado de vampiro. De un vampiro con pantalones de cuero y nada más que un chaleco rojo bajo la túnica. Cojo aire profundamente, encogiéndome en la tela negra.

—Tranquilo —Heechul se inclina sobre mi oído. Va vestido de gato negro, con unas lentillas verdes hechas adrede y los bigotes pintados con el mismo lápiz que ha usado para perfilarse los ojos. Mentiría si dijera que no le queda bien, pero no me causa atracción verlo así. Más bien me hace cerrar los dedos en la túnica y envolverme más en ella. Si no se hubiera preocupado tanto por dejarme el pelo perfecto, me pondría también la capucha.

Levanto la cabeza. ¿Tranquilo? Solo frente a mí ya puedo ver la cantidad de gente disfrazada -y no precisamente con mucha ropa- que baila por todas partes. Incluso creo que distingo a Kyuhyun y Sungmin, pero aparto la mirada porque no quiero ser consciente de esos indecentes movimientos.

Heechul me da un golpecito en la espalda para que camine. Miro su cola rosa y rayada de morado para no perderme mientras pasamos entre la gente. No quiero ni preguntarle adónde me lleva. Lo único que me apetece es salir de ahí y dejar de ser empujado y tocado por gente que no conozco.

En una esquina del gimnasio, cerca de la improvisada barra de bebidas y rodeados por globos negros y naranjas, veo al grupo de la otra fiesta sentado en el suelo. Están bebiendo de vasos negros y hacen girar una botella en el suelo. Mientras Heechul y yo llegamos, Siwon, que va de hombre lobo, y Chaerin, que parece haber sido atravesada por una motosierra, se besan. El pelirrosa no dice absolutamente nada. Es más, se besa con Siwon como si no hubiera pasado unos segundos después.

—¡Has venido! —dice una voz a mi espalda. Me giro y me sorprende ver la sonrisa de Kyuhyun. Sí era él a quien he visto antes, pero no está Sungmin a su lado— ¿Vas de sectario?

—¿Eh? —se ríe y me señala. Me miro. Supongo que solo con la cara blanca y el pelo engominado no parezco un vampiro. Y mucho menos con la tela negra cubriéndome totalmente. Pero me siento desnudo con la ropa de Heechul. Los pantalones son muy estrechos y el chaleco se abre justo sobre mi ombligo.

Sacudo la cabeza. Kyuhyun levanta las cejas, esperando mi respuesta, así que trago saliva antes de mostrarle los colmillos.

—¿Un vampiro en una secta? —se carcajea. No sé nada sobre él, pero parece muy simpático. Le sonrío levemente y él, sin titubear, pone una mano en mi hombro— Siento lo del otro día.

—N-no pasa nada.

—Te destrozaste la nariz por mi culpa —mueve la otra mano. Señala hacia el grupo y miro de reojo; mi cara se calienta al ver el pelo rojo. De alguna forma termino girándome y caminando a su lado mientras me susurra sobre la música—: Esta vez el juego es diferente. Hacemos girar una botella y al que le toque el culo tiene que proponer un reto al que le toque la boca. Prometo no ser muy cruel.

Tan pronto como esa última frase sale de su boca, se ríe. La música tenebrosa suena en el momento exacto, como un efecto especial, haciéndome tragar saliva. No confío en su promesa. No sé ni siquiera por qué estoy saludando al grupo cuando debería estar buscando a Yonghwa o a Jungsoo.

O, bueno, sí lo sé. Cuando me siento frente al zombie de pelo rojo, lo sé. Llevo un dedo al puente de mi nariz para subirme las gafas. Él me sonríe al verme hacerlo y es entonces cuando miro el suelo porque Heechul me ha hecho dejarlas en la habitación. ¿Por qué siempre quedo como un estúpido delante de él?

Me hago más pequeño bajo la túnica. Heechul gira la botella a mi lado y le toca besarse con Yesung. El chico junto a Yesung, que no creo que tenga ni mi edad todavía, es retado a beberse tres vasos de ponche de golpe, una tras otro, sin parar. Aunque no comprendo demasiado bien qué hay de difícil en eso. A Hyukjae le toca pedirle un baile a la señora Shin.