---Capítulo 18---
“Tell me you love me, come back and haunt me
Oh and I rush to the start
Running in circles, chasing our tails
Coming back as we are”
Coldplay
MIRANDA
-Pero cuando me llamó “zorra” por un minuto pensé que se me saldría la clase.
-Esa mujer está loca, yo te lo dije. Y... ¿qué hizo Harry? -Le pregunté mientras pasaba una canción en la computadora.
-Le... dijo unas cuantas cosas. -Me comentó mientras separaba mi cabello para seguir haciéndome los rizos. -Al final le pidió que se fuera.
-Qué increíble, de verdad. No le hagas caso, Cat. Tú sabes que no eres una zorra, eso sólo lo hizo para hacerte sentir mal. Y por lo visto, ella no te llega ni a los talones, pues. Harry ahora está contigo y ella tendrá que aceptarlo. -Se rió como si hubiese dicho un chiste buenísimo.
-Primero, dudo mucho que a ella le interese lo que pase conmigo. Segundo, eso sólo lo dices porque eres mi amiga. Y tercero... -Su risa se escuchaba aún con la música a casi todo el volumen como la teníamos. -No lo entenderías, pero gracias de todas formas.
-¿No voy a entender qué? -Le dirigí una mirada severa a través del espejo.
-Harry y yo no estamos “juntos”, Miranda. Eso sería ridículo.
-No están juntos pero están revueltos... -Catherine se encogió de hombros, aún con una sonrisa de incredulidad en el rostro. -En fin, no soy nadie para opinar en tu vida. Entiendo que lo tomen así porque sé que tú no quieres atarte con ningún compromiso y está bien.
-Y él tampoco quiere, así que estamos bien con eso. -Apagó la plancha. -Estás lista. -Me dijo, poniéndose frente a mí para terminar de peinarme. -Niall quedará impresionado por lo bonita y diferente que te ves.
-Gracias... ojalá él también lo note. -Sonreí tímida. -Y gracias por ayudarme con los rizos, me vuelvo un desastre con esto. -Estaba realmente agradecida con Cat; era una buena amiga y fue la primera en persuadirme para que saliera con Niall hoy. Por más que él dijera que ya no estaba molesto, yo seguía apenada por lo que había pasado en el restaurante. Se las ingenió para ponerse de acuerdo con Cat y convencerme de volver a salir la semana siguiente; y yo terminé aceptando.
Ya me estaba terminando de maquillar cuando sonó el timbre. Seguro era la vecina para preguntarnos si teníamos internet, a pesar de que ya le habíamos explicado un millón de veces que el problema estaba en su router.
-¡Cat! Están tocando la puerta, ¿puedes ir tú? Yo no estoy lista todavía. -Le grité desde mi cuarto.
-¡Voy! -Me contestó.
Saqué la blusa del clóset y me la puse, cuidando de no arruinarme el peinado. Empecé a cantar para no escuchar a la vecina mientras hablaba con Cat; nos tenía tan fastidiadas que ya me molestaba hasta su voz. Me faltaba ponerme el desodorante y, como andaba tan entretenida con la música, tomé el pote estilo micrófono y empecé a hacer gracias delante del espejo mientras me lo echaba. Casi me da un infarto cuando vi por el reflejo a Niall asomándose por la puerta del cuarto.
-¡CATHERINE TE VOY A VENIR MATANDO UN DÍA DE ESTOS DE VERDAD! -¿Por qué lo había dejado pasar a mi cuarto si sabía que no estaba lista? Pudo haberme visto semidesnuda. Ella estaba parada detrás de él, llorando de la risa y él tenía una expresión divertida en el rostro. -Niall, ¿cómo entraste? Ya va, ¿cómo supiste en qué apartamento vivimos? -Le pregunté mientras me ponía torpemente una chaqueta a juego con el conjunto. Intenté desviar el tema para hacerle olvidar la escena tan ridícula que acababa de dar; aunque quizás eso iba a ser imposible.