---Capítulo 19---
“Hear me when I say, when I say I believe
Nothing's gonna change, nothing's gonna change destiny
Whatever's meant to be will work out perfectly”
Avril Lavigne
MIRANDA
Segundo cumpleaños seguido que me iba a tocar pasar lejos de mi familia. Por lo menos no iba a estar tan sola; lo iba a pasar con Niall. Y esta vez iba a ser distinto porque no estábamos separados por una pared en medio de un secuestro.
Me sorprendía lo rápido que pasaba el tiempo. Ya había pasado un año desde ese trágico episodio, cuatro meses desde que había llegado a Londres y un mes de haberme enterado que, sin darme cuenta, James estuvo a mi lado durante todo ese tiempo.
¡Por fin era agosto! El mes más bello del año, como me gusta decirle. Había estado tan ocupada con el trabajo que estos meses se me han ido en un abrir y cerrar de ojos. De hecho, casi ni había podido salir con Niall últimamente, pero nos las arreglábamos para vernos de vez en cuando y escribirnos por teléfono.
Como tenía relativamente poco tiempo de haber empezado en el hotel, no había podido pedir el día de mi cumpleaños libre. Por suerte cayó día viernes y no fue tan pesado. Entre Simón, Virginia, Nico y Cat me organizaron una pequeña celebración en la oficina; Simón llevó el pastel, Nico me regaló un perfume y Cat... bueno, ella me regaló una cartera... con lencería rosada dentro. No entiendo para qué; lo único que logró fue que me ganara ser la burla del grupo durante un buen rato, típico de ella.
-Harry me ayudó a elegirla. -Dijo entre risas al ver mi cara. -Tiene buen gusto, ¿verdad?
-¡Pero qué belleza de bolso! -Exclamó Nico, levantando la cartera. -Yo sabía que ese hombre era de los míos, tiene muy buen gusto.
-Uff, sí, buenísimo. -Respondí volteando los ojos y poniendo los regalos en mi escritorio.
Aunque el regalo de Cat me había puesto en una situación incómoda, terminamos pasando un rato agradable mientras comíamos y hablábamos un poco sobre cosas que no tuvieran que ver con el trabajo.
Gracias a la insistencia de mi amiga y de Nico sobre mis planes en la noche, Virginia me dejó salir más temprano para que pudiera tener más tiempo de disfrutar mi cumpleaños. Así que en lo que terminamos con la celebración improvisada en la oficina, Cat y yo nos fuimos juntas, como de costumbre.
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-Por eso te dije que no te pusieras vestido o falda; -Me dijo Niall al ver mi cara de sorpresa. -hoy iremos a un sitio diferente.
-Siendo sincera, jamás imaginé a un empresario en una moto como esta. -No podía despegar mis ojos de la Triumph negra que tenía al frente, se veía tan masculina y Niall debía verse extremadamente guapo y rebelde manejándola.
-Que sea un empresario no quiere decir que tenga que moverme en limusinas manejadas por choferes. Eso es un mito. -Puso los ojos en blanco.
-O sea, no. Sólo que... esto es algo que no me esperaba.
-Qué puedo decir, soy una caja llena de sorpresas. -Me sonrió mientras me tendía el casco.
-Ya veo -Reí mientras me ponía el casco. Me quedaba un poco grande y Niall pareció notarlo porque también se empezó a reír y me ayudó a ajustarlo.
- Te ves adorable.
-Gracias... lástima que no pueda decir lo mismo de ti porque veo muy mal con esta cosa puesta. Debiste limpiarle el vidrio. -Pasé la manga de mi chaqueta intentando limpiarlo un poco para ver mejor.