Capítulo 17.

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Jane y yo bailamos un buen rato, mientras ella me platicaba acerca de lo mucho que me había extrañado y un montón de cosas más que no estaba escuchando. A pesar de las inumerables vueltas que tenía que dar para poder seguir bailando, no le quitaba de encima los ojos a John, que estaba sentado y aburrido en su trono, parecía estar esperando a alguien, y eso me molestaba. 

    -...Y quiero decorar todo el salón con flores blancas para la boda ¿Tú que opinas, cariño?- preguntó Jane, haciendo que la sangre se me congelara -Bueno... si, escoge lo que quieras- contesté, había decidido decirle a mi padre que yo no me quería casar con Jane, sabía que era la única forma en la que yo podría tener la corona, pero si tenía que casarme elegiría a otra chica menos molesta. Volví a dirigir mi mirada hacia el trono de John, donde casi se me cayó el alma al ver que caminaba en dirección a una chica que acababa de llegar al baile. 

    Era muy linda, tenía el cabello rubio y sujeto en un complicado y elaborado chongo, lucía un vestido blanco muy largo y parecía ligeramente aterrada. Todas las damas presentes habían dejado de mirar a Jane para dirigirle la mirada a esa chica, que por alguna extraña razón me parecía familiar. -El mundo ya no sabe apreciar la belleza- resopló Jane, que lucía súmamente molesta por la falta de atención, y se fue a sentar a su lugar. Aprovechando esa oportunidad única me colé por entre los invitados hasta la barra donde se encontraba la comida, en donde ya estaba George, devorando todo lo que estaba a su alcance. 

    Una nueva canción sonó y logré ver como John y la chica extraña se aproximaban hacia el centro del salón para comenzar a bailar, mientras que yo deseaba poder matar a esa mujer con la mirada. -George, deja de comer como cerdo y dime quién es esa chica- le ordené a George, dándole un codazo para que me prestara atención -Do tedias que godpeadme- dijo con la boca llena de sandwiches, masticó todos y con una ágilidad sorprendente se los pasó por la garganta. -Ni idea de quien sea, pero es muy linda- 

    -¡No necesito que me digas si es linda o no! ¡Está bailando con John ¿Qué no lo ves?!- tenía el estúpido impulso de ir y matar a esa chica, hasta que caí en cuenta que me había mostrado celoso frente a George, dejando al descubierto mi tan negada atracción a John. George me miró severamente y me arrastró con él hasta la habitación contigua, sin que yo pusiera resistencia -¡Paul! ¡Te dije que no te fijaras en Lennon! ¡¿Te das cuenta que esto solo va a estropear nuestros planes?!- 

    -Calma, George, no es como que me esté enamorando de él, es solo que desde que arrestaron a Will no he tenido ni un poco de acción ¡Intenta ser comprensible!- George me escuadriñó con la mirada, hasta que asintió lentamente. Solté un suspiro y volví prácticamente corriendo al baile, para seguir vigilando a John y a esa chica. Casi sentí como se me caía el alma al ver que ya no estaban ahí. 

    Repasé la mirada por todos los asistentes al baile, peor no había señal de ninguno de los dos, lo que solo significaba que se habían marchado a un lugar más apartado. Maldije a George en mi mente un momento por haberme distraído y volví a salir del baile, en busca de John. Corrí en dirección a su habitación, pero no había nadie ahí, seguí corriendo por los pasillos, abriendo cada puerta que me encontrara y atento al más mínimo ruido, pero lo único que se escuchaba era la música del baile. 

   ¿Donde se habrá metido? Estaba pensando a toda velocidad, intentando dar con un lugar en donde pudiera estar John, pero nada aparecía en mi mente. Unas sombras provenientes de los establos fueron lo que llamaron mi atención: John y la misteriosa chica estaban fuera de los establos, y parecían estar demasiado cerca para mi gusto. 

    Sin pensarlo dos veces salí corriendo en dirección a los establos, corrí por el pasillo, di vuelta a la izquierda y bajé la escalera de caracol de dos en dos, lo más rápido que mis piernas me lo permitían. Llegué a los jardines y no me detuve hasta que la pequeña choza que conformaba los establos se hizo visible. Aprovechando que el pasto era demasiado alto me tiré al suelo, para poder escuchar que era lo que decían John y esa chica. 

   -...P-pero John...- la chica soltó un quejido, que me indicaba que estaba llorando -Cyn, lo lamento, pero debías de saberlo- sentí que la sangre se me heló, pero no sabía porque, si por mi reciente descubrimiento de que esa bella chica era mi sirvienta o porque John parecía haberla rechazado -¡Sabía que no debí de decirte el secreto del príncipe Paul!- le reprochó Cynthia a John -De cualquier forma me hubiera enterado, él es demasiado obvio- 

    -¡Debes de entrar en razón, John!- 

   -¡Él es la única razón por la que yo estoy aquí!-

   -P-pero él es... es... ¿Por qué él, John?- Cynthia soltó un sollozo.

   -Créeme, él no es malo, solo está demasiado mimado, él es perfecto- 

   -Estas alucinando, John ¿No te das cuenta que desde que llegaste al castillo te ha tratado como lodo en el zapato? ¡Estoy segura que trama algo con su amigo George! Debiste de mirarlo el día que su padre le dijo que tu serías el rey, estaba furioso ¡Estoy segura que está tramando algo! ¡Si hay algo que el príncipe Paul desea más en el mundo es la corona! No se detendrá hasta que salgas de su camino- 

   -Sé que él siente lo mismo que yo, Cyn ¡Sé que también le gusto a Paul!- 

With a little luck. [McLennon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora