Capítulo 28.

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Maratón por el cumpleaños de Ritchie.

A pesar de lo mucho que me dolía recordar a mi madre, no lloré. Solo me acosté en mi cama, pensando que sería lo que ella me diría acerca de John y todo el asunto con Jane, seguramente sería un buen regaño, que terminaría en uno de sus típicos "Pero bueno, si te hace feliz, es tu decisión". 

   Salí de mi habitación un par de horas después, completamente aburrido, en dirección al bosque. Caminé por los pasillos del castillo, donde me topaba con una que otra sirvienta que seguía cuchicheando acerca de lo valiente que era John, o de mi boda con Jane. Al salir al jardín inhalé profundamente el olor del pasto, nunca me había dado cuenta de lo hermoso que era el castillo hasta ese momento. 

   Caminé por los jardínes, hasta llegar al límite del bosque,y después de asegurarme que nadie me estaba siguiendo, me interné en él, sin saber muy bien a donde era que iba; solo me dedicaba a caminar y escuchar el crujir de las ramas bajo mi peso. En cuanto un crujido extra que no había sido provocado por mi me hizo sobresaltar, rápidamente saqué mi espada, dispuesto a atacar a cualquier jacobita que se hubiera colado en el bosque, pero mi corazón se alivió al ver a John salir de entre los árboles. 

   -No pensarás atravesarme con eso, ¿O si, Paullie?- sonreí inconscientemente al escuchar mi nombre en la boca de John, hacía que todo en mi nombre sonara perfecto. Volví a guardar mi espada -¿Qué haces aquí?- pregunté -Te vi salir, y pensé que quizá necesitarías compañía, por la mañana no te veías nada bien- 

   -Estoy bien, gracias- contesté, cruzándome de brazos, lo que aparentemente divirtió mucho a John -De acuerdo, señor estoy bien- se burló -Quiero hablar contigo de otra cosa, que tampoco haz querido admitir- sentí como mis mejillas se sonrojaban, pero no quité mi expresión retadora de mi rostro -¿Y eso que es?- no había notado lo cerca que estaba John de mi, y quizá hubiera sido mejor no hacerlo, porque de inmediato mis nervios parecieron colapsar. 

   John sonrió lascivamente y enarcó una ceja ¡Demonios, se ve tan guapo! -No le haz enviado ninguna carta a nadie ¿Cierto?- preguntó, y solo me limité a asentir, mientras que el espacio que había entre nosotros iba disminuyendo hasta el punto en el que podía sentir su respiración -Y nadie nos ha visto salir del castillo, por lo que nadie sabe que estamos aquí- parecía más bien que se estaba hablando a él mismo, como intentando convencerse de lo que decía. 

   -¿Qué estas planeando?- pregunté estúpidamente. John puso su mano en mi cintura y acortó por completo el espacio que quedaba entre nuestros cuerpos, este chocó su nariz contra la mía, dándome una perfecta visión de sus ojos cafés, encendidos de la emoción. Sentí como su aliento chocaba contra el mío, para abrirse paso a nuestros labios, que de inmediato reaccionaron en un beso necesitado, que valía por todos los besos que nos habían interrumpido en el pasado. 

    John me cargó agilmente, y yo enrosqué mis piernas en su torso, pegando nuestros cuerpos al máximo. Este me recargó en un árbol, un poco bruscamente, y comenzó a morder mis labios ferozmente, haciéndome suspirar. No podía creer que era lo que estábamos haciendo, pero tampoco quería pararlo, me sentía demasiado seguro en los brazos de John como para querer renunciar a esa sensación. 

   Sentí como el bulto en los pantalones de John incrementaba conforme nuestro beso se hacía más salvaje, y es que yo ya no podía respirar bien, pero no lo detuve. -Por favor...- le supliqué a John cuando se separó de mi para tomar aire -Creo que llevas esperando mucho para hacer esto, ¿No?- preguntó en mi oreja, dándole un pequeño mordizco. 

   Asentí con la cabeza y este sonrió -Me encantas, Paul- confesó, volviendo a atacar mis labios. Algo en esa confesión me revolvió el estómago, pero no de mala manera, si no algo que parecía más a que algo delicado estuviera aleteando en mi interior. Estaba despeinando el cabello de John, ya que no tenía lugares donde colocar mis manos. 

    -Vaya, vaya ¿Qué tenemos aquí?- John y yo nos separamos inmediatamente, aún jadeantes, para encontrarnos con la desagradable visión de cuatro jacobitas amenazándonos con sus espadas -Creo que al rey le encantará saber que ambos príncipes se estaban besando en el bosque ¿No creen, chicos?- preguntó el que parecía ser el líder -Será una lástima que lo sepa cuando ambos estén muertos. Átenlos a ambos- 

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Aquí acaba el especial por el cumpleaños de Ritchie, justo a tiempo, antes de que sean las 12 de la noche :'v 

Espero que les haya gustado, ahora iré a ponerme pomada en los dedos porque me duelen de tanto escribir :v nunca había escrito un capítulo en menos de una hora, kemosion. 

P.D: ¿Recuerdan que les dije que tendré gatitos? (Osea, mi gata, no yo, daaa) mi novia y yo pensamos en ponerle Paul a uno, porque mi gata se llama Mary Amy y su gato se llama James, y pues, Mary y James... papás de Paul... ustedes entienden :'v solo quería compartir el dato. 

With a little luck. [McLennon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora