Capítulo 21.

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-John, despierta- susurré cerca de su oído, mientras lo movía frenéticamente de un lado a otro, con la esperanza de que despertara, pero estaba completamente rígido, y si no fuera por el movimiento de su pecho, pensaría que está muerto. 

    Miré a John un momento, intentando encontrar posibilidades. No podía llevarlo a su habitación, aunque estuviera justo enfrente de la mía, John era muy pesado y lo terminaría tirando al piso. Podría llamar a los guardias para que ellos lo llevaran, pero no podría explicar como es que está solo con camisa y calzoncillos, y estoy seguro de que tienen órdenes de mi padre acerca de encontrar hombres en mi habitación con esas características, y no tardarían en decirle eso, así que tampoco podría. 

    Podría ir a la habitación de John, pero si Cynthia encuentra a John dormido en mi habitación por la mañana también puede delatarme. Lo único que me quedaba era dormir con él en la cama y trabar la puerta, para mandarlo a su habitación en cuanto despertara. 

    Empujé a John hacia un costado de la cama, haciendo que este se quejara un poco, pero no dio señales de querer despertar. Me recosté a su lado y nos cubrí con la manta, para después darle la espalda a John. Conforme más lo pensaba, más extraño me resultaba asimilar que había un hombre en mi cama sin que estuviera intentando tener sexo conmigo. 

    John rodó en la cama y pasó su mano por mi cintura, pegándose a mi espalda -Paul...- susurró contra mi piel, haciendo que un escalofrío me recorriera todo el cuerpo. Sonreí inconscientemente y cerré los ojos, dispuesto a dormir en el embriagante olor de John. 





    -¡Por qué no aparece, inepto!- el grito de Cynthia me despertó de golpe, mi cerebro de inmediato comenzó a maquinar una excusa para explicar porque es que John estaba en mi cama, en cuanto me di cuenta que el grito no provenía de mi habitación, si no del pasillo. Agudicé el oído, para saber que era lo que estaba diciendo Cynthia -...Pues eso, que el príncipe John ha desaparecido- dijo Cynthia -¿Insinúas que voy a llegar con el rey a decirle que el príncipe desapareció?- preguntó la voz gruesa de un hombre, que parecía muy asustado. 

   -No está desaparecido, solo es que se debió de perder cuando regresaba a su habitación, debe de estar por algún lugar del castillo ¡Tenemos que encontrarlo!- la chica parecía igual de desesperada que el guardia, lo que solo me podía decir que mi padre estaba de muy mal humor esta mañana. -¡No tengo tiempo de buscar a un príncipe perdido! ¡Los jacobitas están atacando el reino! Busca tu misma al príncipe- me puse de pie de un brinco y salí al pasillo, donde se encontraba Cynthia, aún perpleja. 

   -¡¿Como que nos están atacando?!- grité, presa del pánico, la última vez que alguien había sido tan estúpido como para atacar el reino yo tenía 17 años, y me habían intentando llevar con ellos. -Solo están atacando la parte sur del pueblo, su padre ya mandó a los guardias, pero necesita ver a John de inmediato y no aparece por ninguna parte ¡¿Sabe donde puede estar?!- 

   -¿Serían tan amables de callarse? Me va a explotar la cabeza- John salió de mi habitación, completamente despeinado y sujetándose la cabeza como si se le fuera a caer. De inmediato Cynthia soltó un gritito ahogado que me encargué de silenciar tapándole la boca -No me acosté con John, necesito que entiendas eso ¿De acuerdo?- susurré. Cynthia asintió, aún con los ojos como platos. 

   -¡Tú, inútil! Entra a mi habitación- le ordené a John, que de inmediato me obedeció, se notaba que le dolía demasiado la cabeza como para querer pelear conmigo -Necesito que también entres tu y me ayudes a poner presentable a este idiota antes de que mi padre comience a buscarlo por todas partes y descubran que está aquí- Cynthia entró a mi habitación rápidamente y cerré la puerta tras ella, justo a tiempo, porque en ese momento estaban pasando tres guardias por el pasillo paralelo. 

    -¡Mueve tu trasero, campesino! ¡Nos están atacando!- le grité a John, a la vez que le golpeaba las mejillas para despejarlo -¿Como que nos atacan? ¿Yo que tengo que ver en esto?- preguntó de lo más tranquilo John, sentándose en el borde de la cama -El rey te necesita, como príncipe primero tienes que dirigir las tropas para que defiendan al reino- explicó Cynthia, mientras le pasaba las manos por los agujeros del chaleco a John. 

   Me vestí lo más rápido que pude, a la vez que Cynthia hacía su trabajo con John, al que aún le quedaban unos rastros de alcohol en la sangre, porque se comportaba más estúpido que de costumbre. Cuando ambos estuvimos listos le ordené a Cyn -No quiero que le digas nada de esto a nadie, te explicaré más tarde que fue lo que pasó- esta asintió con la cabeza y rápidamente se puso a ordenar mi habitación. -Tú, idiota, ven acá, será mejor que te acompañe con mi padre- Tomé a John del brazo y lo arrastré hasta la puerta de mi habitación, que abrí sin ningún cuidado. 

    -¿Se puede saber porque John está saliendo de tu habitación, Paul?- sentí como la sangre se me halaba con tan solo escuchar la voz de mi padre a mis espaldas. ¿Y ahora qué?

With a little luck. [McLennon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora