–¡Mi bebé no se va a ir!–Grita mamá agarrándome entre sus brazos. Suspiro rodando los ojos y dándole pequeñas palmadas en su espalda.
–Tengo que hacer muchas cosas mamá y está oscureciendo.–Murmuro, ella tiembla. Se separa de mí y me mira con sus ojos cristalinos.
–Aún no entiendo por qué te tienes que ir de mi lado, ya sabes que si me tengo que divorciar de ese cabezota lo haré por ti, bebé.
–Mamá deja de decir tonterías, no tienes que hacer nada. Sólo por favor cuidaros.–Ella frunce el ceño pero no me suelta.–Mamá...
–Que te dije que no te vas Hebe Aaliyah Kòzlov.
–Mamá no digas mi nombre completo.–Murmuro, siendo consciente de que Duke y Alina están escuchando a mi madre desde la puerta del salón. Escucho la risa de mi mejor amiga y gruño.–Mamá en serio me tengo que ir.
–¿Y cuándo piensa la niñita volver?–Pregunta cruzándose de brazos.–Bien podrías irte con tu hermana, niña.
–¿Para tener que hacer de niñera? No gracias. Además, voy con Alina, ambas nos encargaremos del bar y yo del papeleo.–Mi madre sigue sin confiarse pero asiente muy, muy pero que muy despacio.–Mamá, ya en serio.–Ella asiente y me abre sus brazos, Me refugio en ellos y siento su palma de la mano subir y bajar por mi espalda.–Ahbak ya umi.
–Ahbk ya aibnatu.
Me separo de ella y le sonrío, su mano agarra la mía y la aprieta con fuerza, me separo de ella lentamente y retrocedo de espaldas hasta la puerta del salón, le saludo con la mano y salgo de casa con los Zàitsev.
–Hola Will.–Le sonrío, él me ve e intenta sonreír pero le sale una pequeña mueca, lo paso por alto. Seguro que ha tenido más trabajo de lo normal y anda cansado. Pasa por nuestro lado asintiendo en nuestra dirección y entra en casa.
–¿Vamos en mi coche?–Pregunta Alina, niego con la cabeza y abro el garaje con el mando a distancia. La puerta se abre y me acerco a mi Bugatti negro. Agarro su llave del llavero que poco más y rebosa a llaves y me subo en él.
Saco a mi pequeña bestia del garaje y lo cierro con el mando, me paro en la entrada donde Duke está en su coche y a su lado está Alina.
–¿Dónde?–Pregunto.
–Dejo a Alina y nos vamos.–Avisa Duke, frunzo el ceño y niego con la cabeza pero el asiente repetidas veces.
No replico porque sé que si Duke dice algo, Duke lo hace.
Bueno, no sé a dónde vamos pero tengo muchísimas cosas que resolver en tan poco tiempo.
***
Duke abre la puerta de su casa, apartándose y dejándome pasar a mí primero, le sonrío y entro a ella. Me doy la vuelta y lo encaro.
–Oye, en serio que si no puedo quedarme no quiero causar...–Me callo cuando sus labios se estampan contra los míos, haciendo que suspire al sentirlos moverse al compás que los míos.
Me aparto de él, escuchando el chasquido que nuestros labios dan cuando se separan, sus ojos azul puro me miran y frunce el ceño.
–¿Qué pasa?
–El que haya accedido a quedarme temporalmente en tu casa no quiere decir que vaya a tener sexo contigo.–Él me mira y sonríe de lado.
–¿Quién ha dicho que vayas a tener sexo conmigo?–Murmura en mi oído.–Yo quiero follar, no sexo. Tú sabes cómo nos gusta a los dos.–Murmura agarrando mi trasero con su mano derecha con fuerza y alzándome de puntillas, dejo un manotazo en su pecho.
Agarro mi maleta de sus manos y retrocedo, a punto de salir por la puerta pero Duke me detiene poniendo su mano en frente de mí.
–¿Qué haces?–Se ríe.
–¿No es obvio? Me darás un infarto al final y yo soy demasiado joven para eso.–Él se ríe y señala con la cabeza dentro de su casa.
Frunzo el ceño no muy convencida pero al final le hago caso y entro. Duke ha ganado la batalla y es que al principio me iba a quedar con mi mejor amiga pero él amenazó a Alina con decirle a su padre sobre sus desfiles secretos.
Alina va algunas noches a algunas galas de la ciudad a modelar y pasear, al principio su padre estaba de acuerdo con que ella modelara pero con lo que ha pasado últimamente de nuestros enemigos acercándose más, él no quería ni que ella mirara por la ventana de su casa.
Al final mi mejor amiga se cruzó de brazos e hizo una mueca-puchero pero no consiguió nada, al menos mañana iremos a la casa de las afueras para pasar el día con los caballos.
+¿Tienes mucho sueño?–Pregunta Duke sacándome de mis pensamientos, enarco una ceja y asiento.
·Sólo quiero ponerme el pijama y dormir en una cama por fin.–Le digo, él cierra la puerta de la casa y nos adentramos en ella.
Duke carga mi maleta todo el rato, agarra mi mano y subimos las escaleras de su gran casa, que más bien y parece una mansión, y se para en la primera puerta que encontramos a la derecha. Él la abre y me deja pasar primero.
Entro a la habitación y sonrío, es exactamente igual que su antigua habitación en la casa de su padre. Tiene en el centro su gran cama, un poco alta para mi gusto pero está bien.
Una puerta a la izquierda y otra a un lado de la cama, supongo que una será el vestidor y la otra puerta dirigirá al baño. Tomo asiento en la gran cama observando todo mientras Duke deja mi maleta en el suelo y comienza a sacar mis cosas y a dejarlas en una especie de banquito a los pies de la cama.
Frente a la cama hay un gran escritorio, bien podría confundir la habitación con la mitad de un despacho, suspiro. Es una habitación simple pero me gusta.
Me tumbo de espaldas a la cama y suspiro cerrando los ojos y disfrutando de la suavidad de las sábanas, siento unas manos agarrar la cinturilla de mis pantalones y no me resisto.
Primero me quita mis botas y después mis pantalones, dejándome en un tanga de encaje negro, las manos de Duke se dirigen a mi chaqueta y me la quita con mi ayuda. Su mirada acaba en el escote de mi top negro, muerde sus labios y alza su mirada a mí.
–No follaremos.–Afirma, comenzando a librarse de mi top.–Pero eso no quiere decir que no vayamos a recordar viejos tiempos.–Murmura, pasando mi top por mi cabeza, me río de él cuando gruñe observando mi cuerpo.
Mierda, va a matarme al final.
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DANGEROUS ©
General Fiction«El dulce sabor a peligro viniendo de sus labios» ADVERTENCIA Esta novela contiene lenguaje explícito, escenas con contenido sexual, palabras mal sonantes, uso de alcohol y drogas, léase bajo su responsabilidad. Proh...