Entrelazo mi brazo con el de mi hermano y le sonrío antes de entrar los dos al bar. Jhonah avanza con el ceño fruncido pero no le digo nada porque él sabe que ya he hablado con Alina y no le conviene sacar un tema de conversación.
Oh, pero lo vamos a sacar.
–¿Qué tal ayer?–Le pregunto, enarcando ambas cejas. Jhonah me mira y alza sus cejas, no me dice nada. Sonrío cuando veo a Kattia en la barra, ella me devuelve la sonrisa y me saluda con su mano.
Jhonah permanece en silencio hasta que llegamos al despacho, abre la puerta y me señala el despacho para que entre primero, me río y entro con mi hermano a mi espalda. Me doy la vuelta y él me mira con el ceño fruncido.
–¿Qué sabes exactamente?-Pregunta cruzándose de brazos, me río.
–Todo, cariño. Alina es mi mejor amiga, ¿En serio crees que no me lo ibas a contar? ¿Irte sin despedirte, en serio Jhonah? Mamá y papá no nos criaron así, ella es mi mejor amiga y la amo y si vas a actuar como un completo capullo por supuesto que me voy a poner de lado de ella.–Le aviso. Él suspira y toma asiento en la silla frente al escritorio, rodeo el escritorio y tomo asiento en la silla giratoria de cuero.
Jhonah me mira y sonríe burlón antes de ponerse serio.
–Entré en pánico.-Admite, apoyo mi espalda en el asiento y alzo ambas cejas, observándolo de manera burlona.
–¿Tú? ¿Entrar en pánico? Por favor déjame reírme de eso.–Le digo, me río y él frunce el ceño, paro cuando veo que va en serio.–Ah, ¿Que es cierto?
Él asiente y suspira con fuerza apoyando sus codos en la mesa y pasándose su mano por el pelo repetidas veces.
–Ella es más pequeña que yo, Hebe. La conozco desde que prácticamente nació, el tiempo que ambas lleváis siendo amigas.
–Desde los pañales porque mamá era amiga de la de Alina.–Le digo, él asiente y me señala con su mano abierta y la palma levantada.
–¿Lo ves? Ahí lo tienes.
–Eres imbécil.-Le digo, él enarca una ceja y parpadea.
–¿Disculpa, enana pija?–Frunzo el ceño ante ese apodo que me tiene desde que soy pequeña.
–Te daría una paliza pero Alina y mamá me regañarían por ello.–Le digo, él se ríe.–Eres imbécil al no haberte dado cuenta de que Alina lleva colada por ti desde que entramos a la pubertad, desde que nos salieron a ambas esos insufribles granos.–Hago una mueca del asco.–Y desde que nuestro apetito sexual aumentó.–Digo sin pensar, me callo y abro los ojos cuando mi hermano aprieta los puños de sus manos en la mesa, enarca una ceja.
–¿Sexual?–Pregunta, con los dientes apretados, juro que intento no reír pero termino haciéndolo aún con la mirada asesina de mi hermano en mí.
–El mío no, Jhonah, sabes que yo aún sigo siendo virgen. Me refería al de Alina.–Le miento, en parte no lo miento del todo porque sólo lo he hecho una vez en mi vida y fue con Duke.
–Más te vale eso.–Murmura entre dientes, me río. Si él supiera.–De todas formas dejemos este tema, por favor. Ya hablaré con Alina sobre todo esto y lo solucionaremos.
–Tengo una pregunta, y es la pregunta del millón. A ver si tú puedes responderla.–Le digo, él me hace una seña para que prosiga, sonrío de lado.–Utilizarías condón, ¿Verdad? No habrás sido tan idiota como para no usar condón. De seguro lo has hecho un montón de veces estando borracho.–Le digo y me río, él no dice nada, se queda serio. Y yo también me vuelvo seria.–¿Jhonah?–Pregunto.
–Yo...
–¡Estúpido!–Grito levantándome de la silla y apoyando mi vientre en el borde del escritorio para darle un manotazo en su pecho, él no dice nada.–¡No quiero más sobrino! ¡Bastante tenemos con nuestra sobrina, idiota!–Grito, él no dice nada. Niega con la cabeza y se levanta para acercarse al escritorio y abrir el primer cajón sacando unas fotos que no veo.–¿No dirás nada?
–Hablaré con ella ¿Vale? Ahora presta atención.–Asiento.–Debemos encontrar a esta chica cuanto antes.–Dice Jhonah dejando las fotos sobre la mesa, mostrando a una hermosa pelirroja que me suena mucho pero sinceramente no me acuerdo de dónde la he visto.
–¿Por qué? ¿Quién es?–Pregunto enarcando una ceja.
–Pertenecía a una de las mafias más buscadas en todo el mundo, solo que en vez de estar aliados, estamos enemistados desde siempre con ellos. El dueño de la mafia es alguien importante en la vida de esa chica.–Dice señalando con la cabeza la foto, agarro una y no dejo de mirarla hasta averiguar dónde la he visto.–Eso no quiere decir que sea importante para ella.
»Se le conoce como La reina asesina, es una pequeña sicaria que aprendió a montar y desmontar una pistola a los tres años, por eso es importante para nosotros.
–¿Por qué?
–Se le asignó una nueva víctima a la que ella no pudo asesinar. No concluyó su trabajo y además huyó con él, quien sabe dónde. No sabemos si sigue en Rusia pero lo más seguro es que así sea porque gran parte del mundo conoce su cara.
–Eso es porque no es una muy buena sicaria, ¿No?–Jhonah se ríe negando con la cabeza.
–Ella es excelente en su trabajo es el cabrón del dueño de la mafia el que la ha vendido dándole a sus policías infiltrados fotos de la chica. De ahí que tengamos dos fotos de ella, eso es mucho.
–¿Y por qué es tan valiosa?
–Papá la quiere en la mafia, a ella y al chico que no mató. ¿Y por qué la quiere? Es una jodida sicaria que nadie sabría a lo que se dedica, es buenísima en su trabajo y el chico es el hijo de uno de los mafiosos más importantes ya no solo de Rusia ni todo el mundo entero, sino de la jodida galaxia.
–¿Quién es?
–Aleksy Romanov.–Mis ojos y mi boca se agrandan a más no poder.
–Tienes que estar de coña, Jhonah.
–Créeme hermanita que con estos temas no se juegan.
–Jhonah, el tipo del que estás hablando es cuyo padre controla la mitad de Rusia y hace exportaciones de drogas y armas a sitios donde están prohibidos hacer esos negocios. Es un puto pez gordo, no se acercarán a nosotros ni él ni ella. El bisabuelo de ese chico se enfrentó a Al Capone y casi lo gana, Jhonah son poderosos. Si esa mafia no los han encontrado nosotros menos y menos se acercarán si ven que los estamos buscando.
–Claro que se acercarán.
–¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué?–Mi hermano de hace el desentendido mirando al techo y después su mirada cae en mí.–No. Jhonah no.
–Si, Hebe si. Es hora de que los hermanos Kòzlov vuelvan a las andadas.
–Jhonah odio buscar gente por mí misma.–Gruño, con fastidio.
–Te jodes, Hebe. Esta vez nos toca a nosotros hacer el trabajo sucio.
Mierda.
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DANGEROUS ©
General Fiction«El dulce sabor a peligro viniendo de sus labios» ADVERTENCIA Esta novela contiene lenguaje explícito, escenas con contenido sexual, palabras mal sonantes, uso de alcohol y drogas, léase bajo su responsabilidad. Proh...