El niño del que nunca hablé

Cincuenta y cinco

Ese fin de semana había una fiesta.

Decidí que iría, no solo para divertirme sino porque Alex dijo que Arthur estaría ahí y quería que él me viese de una manera atractiva y no con el atuendo que llevo usualmente a la escuela.

Uno de los amigos de Alex propuso que jugáramos a un juego, titulado "yo nunca, nunca". Las reglas eran simples, una persona decía una oración pequeña como "yo nunca he besado a alguien". Si lo has hecho, tienes que darle un sorbo a la bebida, en el caso de que no lo has hecho simplemente esperabas a la siguiente oración.

Era sencillo. El ganador era la última persona que tuviese más alcohol en su vaso.

Por supuesto que he ganado, y todos están mirándome como "hey, en serio jamás has hecho eso"

Arthur también reía de ciertas bromas que hacían y de pronto me sentí mareada.

Porque estas personas no se sentían como mis amigos.

Y cuando uno de los chicos me ha retado a besar a Arthur, bueno... no pude hacerlo.

Así que le llame a mamá para que me recogiera y...y creo que soy la chica más patética del mundo.