¿Qué otra cosa me perdí?

706 40 6
                                    

Todavía tengo el estómago revuelto y la cabeza más hecha un lío después de haberme hecho una batería de exámenes, cuando entramos al consultorio y nos recibe un doctor joven, de cabello entrecano.

—¡Lena! ¿Cómo estás?—me dice con alegría. Es evidente que me conoce, pero yo jamás lo he visto—Soy el doctor Schmidt ¿No me recuerdas?

Sacudo la cabeza negativamente. El doctor parece tan confuso como preocupado e intercambia una enigmática mirada con Neuer.

—Bueno, entonces cuéntame ¿Cómo te sientes?

—¡Qué estoy bien! Quiero irme a mi casa, solo me duele un poco el hombro derecho, como si me hubiese golpeado ¡Pero nada más!

—De acuerdo—asiente—Más tarde le echaremos una miradita. Pero antes quiero que me contestes algunas preguntas, solo algo de rutina, no es necesario que te alarmes—me lanza una sonrisita tranquilizadora—¿Cuál es tu nombre completo?

—Milena Isabel Ferraz Hölzel—respondo de un golpe. El doctor asiente en afirmación y anota algo en un cuaderno.

— ¿Cuándo naciste?

—El 9 de marzo de 1990 en Santiago de Chile—siento que exploto—¿A qué viene todo esto? ¡¿Qué tiene que ver una cosa con la otra?!

—Lena, cuando te caíste de la tela le erraste a la red de seguridad y te golpeaste muy fuerte contra el suelo. Tienes una ligera inflamación en el cerebro pero aún así creo que tuviste suerte al no caer de tanta altura—sostiene un boli frente a mis ojos—Haz el favor de mirar la punta del bolígrafo mientras lo hago oscilar...

—¡¿Disculpe?!—chasqueo los dedos para que me mire—Me parece que se confundió de persona; primero, me caí persiguiendo un taxi y segundo, no hay manera de que me caiga de la tela porque hago acrobacia aérea desde los 15 años, no soy una principiante ¡Y ayer ni siquiera fui a entrenar!

—Pero aquí dice que sufriste una caída desde la tela acrobática—repasa las hojas y mira a Neuer, que le confirma todo con un movimiento de cabeza.

—¡No, para nada! Se lo habrán anotado mal porque lo que pasó fue que estábamos con mi amiga Juliet afuera del Allianz Arena, llovía mucho, quise parar un taxi y me resbalé ¡Me golpeé la cabeza con el bordillo de la acera!

El doctor y Neuer se miran el uno al otro, perplejos.

—Fue una caída, sí—murmura Manuel—En el gimnasio. Yo mismo fui a buscarla y parecía atontada y dolorida pero no se veía mal.

—¡Miren! Estoy perdiendo la paciencia. Ya se los dije, me caí corriendo atrás de un taxi. Ayer no fui a entrenar. De hecho tendría que estar entrenando ahora pero no, estoy aquí perdiendo el tiempo con ustedes...—me cruzo de brazos, enfurruñada.

El doctor se me acerca con mirada algo triste y me pone una mano en el hombro. Empiezo a marearme. He visto suficientes películas para saber lo que significa esa mirada: "Lena, te hemos hecho una tomografía y descubrimos algo... tal vez no sea nada grave, pero..."

—Dígamelo de una vez—trago saliva—Tengo un tumor inoperable ¿verdad?

El doctor frunce el ceño y se limita a seguir viéndome con compasión.

—Lena, voy a hacerte una última pregunta ¿Me puedes decir en qué año estamos?

Examino sus caras. Me están tendiendo una trampa pero aun no entiendo en qué consiste.

—En 2012 ¿En qué otro año podríamos estar?

Se quedan como petrificados, como si les costara respirar. La cara de Neuer es un poema. El doctor se derrumba en su silla y se aprieta las sienes.

Amor, recuérdame || Manuel NeuerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora