Capítulo 24.

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—¿Qué haces Margo? Llévatela. —Johan autorizó.

—Cállate Johan. —Chilló Margo—. Yo sé lo que hago.

Miré a todos lados posibles, pero sólo podía mirarlos a ellos dos.
¿Qué estaba pasando? ¿acaso era algo que mi imaginación hacía para no sentirme tan sola por la falta de Margo a mi lado?

—Tu vista aquí. —Margo se señaló a sí misma chasqueando los dedos.

La miré. Tal vez en este caso mi cerebro tenía la razón.

—¿Qué sucede? —Froté mis ojos.

—Trajimos tu alma aquí. —Exclamó Johan—. En la tierra te desmayaste, pero aquí está tu alma.

—¿Dónde estoy? —Tragué saliva, asustada, tratando de acurrucarme más conmigo misma.

—Tranquila Jade. —Me tomó del hombro y yo la abracé—. Estás en el inframundo.

—¿Inframundo? —Los miré a los dos con cara de espanto.

Asintieron.

—Las mejores personas son las que más sufren, y tú, eres de esas personas. Eres el vivo ejemplo de amor pero no lo has notado. Sabes qué es amar, así seas vampira; todos juzgamos, pero... cuando te juzgamos a ti todo suele ser una vil mentira. No decidiste ser vampira... y la verdad sólo lo eres medianamente... eres mitad humana. Tu padre te alejó de él por que te amaba y sin él todo sería mejor. Era un asesino a sangre fría, Jade. Los cazavampiros los buscan y no se detendrán hasta encontrarlos. Saben que hay una hija de Drácula por ahí afuera y ellos planean asesinarla junto a su padre.
»A veces las mejores personas y las que más te aman te tienen que dejar, para así enseñarte a ser fuerte y no depender de ellos, así que cuando alguien que amas te deje no pienses en lo mal que se siente ese profundo agujero en el corazón, piensa que él lo hizo por tu bien.
»Perdóname por haberte dejado pero no tenía otra opción. Tu vida peligraba y lo que hice me lo dijo el corazón. Toma este consejo y siempre sigue tus instintos. Tu vida peligra Jade, cuídala.

Mi cara era toda de confusión, y con lágrimas en los ojos, y asustada.
Me sentía extraña, en un lugar que no conocía. Nunca me había sentido así.

—Vemos el futuro Jade. —Esta vez habló Johan—. Cosas malas se acercan y tú tienes el poder para detenerlas, pero para eso... tienes que seguir tus instintos.

Mil preguntas se formaron, pero antes de tratar de responderlas los abracé.

—Los extraño. —Susurré—. Incluso a ti Johan.

—Te quiero Jade. —Frunció sus labios—. Pero fui un tonto.

—¿Se van a ir? ¿tan rápido? —Ninguno contestó.

—No te vamos a dejar sola.

—Te amamos. —Añadió Margo.

Y fue lo último que vi.
¿Era posible todo esto?

Aeternum.  [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora