Capítulo 38.

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—Es una hermosa niña. —La voz del doctor me hizo estremecer.

Mi madre...
Estaba observando a mi madre.

Yo era una bebé en los brazos de mi madre.
Suspiré cerrando los ojos.

—¡Papá! —Grité.

Luego recordé que era una bebé y que mi padre me había mirado asombrado, al igual que los doctores.

—Su hija es rara. —Una doctora entró a la habitación.

La muerte.

—¿Cómo la llamarán? —Preguntó garabateando algo en una hoja.

—Jade. —Respondió mi madre sonriendo—. Jade Drácula.

—Bienvenida a la vida, Jade Drácula. —Dijo, regalándome una mirada cómplice.

(...)

Habían pasado los primeros veinte años bien.
V

olví a conocer a Jennie y a Scott y me encargué de que ellos se enamoraran.


—¡Niños! —Mi madre nos llamó—. Tenemos algo que decirles.

—¡Ya voy mamá dos! —Gritó Jennie.

No los esperé y fui directo con ella.
J

ennie y Scott también se unieron por detrás.


—Soy inmortal. —Dijo y yo no pude evitar sonreír.

La abracé, estaríamos juntas eternamente.


(...)

—¡Feliz cumpleaños número cuenta, Jade! —Mis padres y amigos me felicitaron.

—¡Apaga las velas! —Jennie chilló, a lo que asentí, inhalé y exhalé fuertemente haciendo que todas éstas se apagaran.

A este punto ya había conocido a Chase, seguía siendo mi niñero. Johan Smith había aparecido en el instituto. Margo se había escapado de la casa de sus padres que murieron ahogados gracias a que el bote en que estaban viajando se hundió. Matías estaba de vuelta, sinceramente, el mejor cocinero.

Todo estaba perfecto... sólo que... ¿dónde estaba el inútil de Ronald?

Aeternum.  [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora