Secreto. Parte 5.

30 3 1
                                    

—Está todo listo. —Sonrió con satisfacción el actual líder de los cazavampiros—. Sólo nos falta saber dónde están ellos dos.

La puerta crujió al abrirse y después dejó ver el rostro de una chica pelinegra de ojos marrones y tez blanca.

—Siempre tan inoportuna. —Se acercó el líder hacia ella.

—¿Qué me he perdido? —Preguntó  tranquilamente..

—Repito el plan. —El chico hizo un ademán con sus manos y se sentó encima de un escritorio con sus piernas cruzadas ligeramente—. Te harás amiga de la hija de Drácula y cuando te ganes su confianza la traerás hasta aquí junto con su padre. Después de eso los dejaremos encerrados y los mataremos. O depende, quizá la haga mi esposa. Sólo nos falta saber dónde están y eso es lo más importante. Jace se encargará de darse cuenta.

—Se supone que deberían de estar por aquí en Inglaterra. —Participó ella, con un poco de confusión. Nunca le había gustado engañar y mucho menos para matar—. Digo, he visto a una chica hace meses en un café junto con Johan. Era pelirroja y de ojos jade o azules. ¿Tiene las características de ser Jade Drácula?

—A ella le cambian los ojos. —Se levantó de su asiento y se posó frente a ella—. ¿Llevaba lentes de sol?, no importa si los traía en la mesa.

La chica asintió.

—¡Era ella! —Dio un golpe al escritorio con gran fuerza y furia.

—Hace meses que no los veo. —La chica comenzó a dar vueltas por todo el lugar. Después de unos segundos recordó—. Se dice que Johan murió junto con nuestros amigos y que la chica partió a otro lugar después de eso.

—¿Johan no tenía un conjuro? —La chica asintió.

—Margo se suicidó por ellos. —El hombre apretó los puños—. Nos traicionó.

—Margo siempre fue una maldita. —Volvió a golpear el escritorio—. Nunca confié en ella.

—Sí, claro. —Ella rodó los ojos—. Drácula vive en Transilvania. ¿No habrán escapado para allá?

—Uhm... —El hombre rascó su barbilla para luego mirar a la chica fijamente—. El castillo...

Los dos se quedaron parados mirándose el uno al otro, tratando de descifrar su había más oculto en uno de ellos.

—¿Cuándo emprendemos el viaje? —Preguntó la chica.

—Mañana. —La señaló—. Quiero que la hagas confesar todo.

Asintió y salió de su oficina.
La maldad estaba presente en todos los rincones de la vida, y... de la muerte.

Aeternum.  [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora