Capítulo 27.

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-Sabes que amo cuando llueve. -Le recordé a Chase mientras caminábamos por el pasto mojado.

Me encantaba el olor a tierra empapada y me gustaba en lo completo de la palabra salir a dar una caminata con tremenda llovizna.

Habían pasado unos meses desde que llegué a Transilvania. Era lo mejor estar aquí. Tanta libertad, podías bailar en medio de todos y a nadie le importaba.

-Por Dios Jade. -Chase rodó los ojos-. ¿No te confundiste de lugar? Seguro que ibas a algún internado de Fresitas.

-No, y en cualquier caso de que fuera te llevaría conmigo. -Pisé en falso y casi caigo-. ¿Por qué me trajiste a estecampo fantasmal y en plena tormenta?

-No sé. -Sonrió burlón-. Pero me gusta cuando te enojas.

Sonreí mientras rodaba los ojos y miraba adelante.

-¿Qué es eso? ¿una cabaña?

-Parece ser. -Fruncí mis labios-. ¿Qué pretendes, rara?

-Entrar. -Un escalofrío recorrió mi cuerpo-. No quiero enfermar de gripe medianamente.

-Bien. -Me tomó del brazo y caminamos hasta allá.

Al llegar una voz femenina me hizo dar un salto de susto.

-Señorita Drácula. -Me giré con una cara desconcertada y quitándome el blusón de plástico que llevaba puesto.

-¡¿Qué?! -Reí, fingiendo-. Soy Noemí...

-Oh, bien Noemí. -Me sonrió-. ¿No conoces a la señorita Drácula?

Negué con la cabeza mientras Chase miraba dentro de la cabaña.

-¡Oh! Noemí -Me haló del brazo-. Mira que guapote te está observando. ¡Soy soltero!

Me giré y le vi, de alguna parte él se me hacía conocido..

-¡Está interesado en ti! -Grité señalando a Chase.

El hombre aparentemente me escuchó ya que soltó una risita.

-Está en lo cierto. -Le guiñó un ojo.

El chico salió de la puerta luciendo una cabellera azabache y mojada. Sus ojos verdes se fijaron en los míos y una sonrisa se dibujó en su rostro.

-¿Señorita Drácula? -Volví a reír.

-¿Es que acaso todas las personas que me topo creen que soy una Drácula? -Le tendí la mano y él la estrechó-. Noemí.

-Josh. -Asentí-. Ella es mi hermana Lucía.

-¿Qué tal? -Chase se incorporó en la conversación-. ¿Soltero, casado...?

Le di un golpe en la costilla.
Rodé los ojos mientras de mis labios se escapaba una risa.

-Está necesitado. -Sonreí de lado.

Miramos juntos a los hermanos que tenían una cara sonriente.

-Suponemos que no son de aquí. -Comentó Lucía dejando a un lado su pala con la que plantaba unas flores.

-Sólo por ella. -Encaré una ceja-. Viene de... Francia, ¿no?

Asentí.

-Se nota un poco de acento británico. -Comentó Josh.

Lo señalé.

-A ti también. -Ladeó la cabeza y dejó una sonrisa en su rostro.

-Entonces tienes pareja. -Negué con la cabeza.

Chase rodó los ojos.

-Tiene una campaña contra el no enamoramientos porque no sirven de nada. -Añadió Chase con fastidio.

-Supongo que tienes muchos a tus pies. -Me dijo Lucía acercándose a nosotros.

-Ash, más de lo que crees y que ella no va a admitir, amiga. -Chase volvió a rodar los ojos.

-Bueno... -Josh apretó los labios.

-¡Déjame unos cuántos, Noemí! Te quedas con todos. -Gritó Chase.

-Como si yo quisiese. -Rodé los ojos- Es mi encanto, consíguete uno.

-¿Es sólo por ser pelirroja?... yo me puedo teñir también.

-Así al menos vas a conseguir más encanto.

-Sí, bueno... -Chase observó su reloj imaginario-. Nos vamos, no quiero perder mi avión a Singapur.

-Adiós. -Me despedí girándome para ir al castillo.

Algo dentro de mí me decía que no confiara en ellos.

Te doy un consejo: sigue tus instintos. Tu vida peligra, cuídala.


No confiaría... No en ellos...

Aeternum.  [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora