Capítulo 29.

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   Salgo de mi auto recién aparcado frente al jardín de mi madre y entro al interior de la casa reprimiendo una sonrisa cómplice que ocultara mi felicidad. Me quito mi cazadora negra y la coloco en el perchero detrás de la puerta principal y tomando aire suficiente, aviso mi llegada con un fuerte grito: 

—¡Estoy en casa! 

—Hay algo para ti. —me recibe mi madre con una sonrisa en la cocina, entonces veo en sus manos un deslumbrante sobre blanco que revela el inconfundible escudo de la Universidad de Oxford—. Ha llegado un poco tarde pero aquí está. —dice y me lo entrega impaciente esperando una noticia, entonces lo tomo y trago. Empiezo a romper un extremo y pronto saco la elegante hoja que después de releer lo suficiente, se vuelve mi pase a la universidad. Me han aceptado. 

—Estoy dentro. —murmuro en shock. Lejos de sorprenderme, me asusto, dejo que por un instante Lucy sea mi prioridad y temo por ella y por mi. 

   Oxford, exactamente mandé solicitud a Oxford, a la universidad inglesa que se encuentra del otro lado del mundo. Entre tantas universidades, escogí la que más me alejaría que los establecimientos que estaba formando con Lucy. 

   Cuando mandé aquella solicitud, apenas la veía, ni siquiera le hablaba, entonces no me culpaba, porque si la hubiera conocido antes, procuraría asistir a la misma universidad que ella, pero no fue así. Esto era el maldito destino. 

—¡Es genial, hijo! —chilla mi madre y me abraza—. Estoy orgullosa de ti, de ti y tu esfuerzo que ahora es reconocido por esa universidad... —entonces su voz quiebra y siento las lágrimas avecinarse—. Has pasado una meta, una gran meta que yo no pude... 

—No fue tu culpa. —la interrumpí y ella asintió respaldando mi respuesta. 

—Te preferí a ti, pequeño bebé antes que la universidad que no me dejaría ser la madre que deseaba. —contestó y se separó de mi para tomar mis mejillas con sus manos y besar cada una de ellas—. Pero también odiaba la escuela, quería que los malditos profesores se ahogaran con sus regaños y que les quitaran su sueldo cada vez que hacían las clases más largas de lo normal, como si fueran a pagarles por quitarnos más minutos...

—Te estas desviando del tema. —la interrumpí y reímos. 

—Eres lo mejor que pasó en mi vida, florecita. —dijo y volvió a envolverme en un abrazo más fuerte. 

—Eres la mejor madre que pude haber tenido. —respondí y correspondí su abrazo. 

[...] 

   Salí de mi auto y me adentré a los pasillos de la preparatoria, busqué a cualquiera de mis amigos y encontré a Gajeel y a Loke a lado de las taquillas principales conversando animadamente, cuando me vieron rápidamente sonrieron y me hicieron una seña de incluirme a su plática nada interesante. 

  —Adivinen quién fue expulsado por acostarse con la maestra Aries. —empezó Loke y temí por Gray. Al parecer si era importante. 

—¿La princesa del invierno? —preguntó Gajeel y sorprendentemente Loke negó. 

—Rogue. —contestó y a los segundos el Fullbuster llegó hasto donde nos encontrábamos. 

—A qué no saben a quién expulsaron por... —Gajeel fue quien interrumpió la sorprendente noticia de Gray. 

—Lo sabemos. 

—Con suerte nunca me descubrieron. —resopló Gray y siguió—: A Aries la removerán de instituto, con suerte no habrá cargos porque Rogue es mayor de edad. 

—Me da asco saber que lo haces para tener calificaciones perfectas en su materia. —Le reprendió Loke. 

   Y cuando el Fullbuster iba a defenderse, el timbre toma sus palabras y hace que no separemos y vayamos cada quien a su respectiva aula. 

   Estaba por irme a el área de tercero cuando recuerdo a cierta rubia que no había visto desde la noche en la que la había dejado en su casa sin vergüenza alguna. 

   Cambio el rumbo de mis pies y corro hasta su aula, veo que el maestro no ha llegado y entro bajo la curiosa mirada de todo el grupo, diviso a Minerva al frente y ella me saluda cuando se encuentra con mi mirada, entonces respondo de la misma manera y sigo buscando a Lucy por las docenas de cabezas hasta que la encuentro al final de todos con la mirada perdida en uno de sus libros. 

   Avanzo hasta ella mientras todos siguen mis movimientos y cuando estoy frente a su pupitre, levanto su barbilla antes de que notara quién era y la beso. 

   Soy simple con mis movimientos pero hago el beso lo bastante duradero como para que se percatara de mi identidad antes de romper el beso, sin embargo, lo que me sorprende es que sea ella quien se apresure a tomar mis labios con los suyos y estrujarlos como nunca antes lo había hecho. Me encantaba, estábamos progresando. 

   Seguía besándola mientras tomaba su nuca para profundizar el beso cuando los murmullos nos atacaron: 

—Que bien se ven juntos. 

—Ella sólo lo quiere por su popularidad. 

—Oí que él es hijo de un rico empresario, tal vez sea eso. 

—No sean estúpidas, sólo están enamorados. —reconocí la voz de Minerva y mentalmente le agradecí. 

   Rompí el contacto con ella y cuando sus orbes chocolate me estudiaron con alegría, no evite reconocer que le amaba. Ya no había dudas, la amaba. 

—Te amo, Natsu. —fue la primera en reconocerlo mientras pegaba su frente con la mía. 

   Y aunque quise responderle que yo también; me contuve. En poco más de dos semanas todo se acabaría y me iría lejos para estudiar lo que tanto había deseado y donde meses atrás lo había querido. Me iría y no podía obligarla a esperarme porque sabía que lo haría y no quería que lo hiciera, quería que viviera su vida, quería que se diera la oportunidad con alguien más porque si me esperaba iba a quitarle varios irremplazables años de su vida, iba a quitarle mucho pero era mi problema, era mi problema por tratar de enamorarla cada día más sabiendo que al final la dañaría. Todo era mi maldito problema. 

—Joven Dragneel, este no es su salón. —me salva el profesor Ichiya entrando al aula con una pequeña mueca de enfado. 

   Le sonrío a Lucy una última vez y le pido perdón al profesor antes de salir del aula. 

   Estaba más que jodido. 

Hola, perdón por el retraso pero según yo ya había publicado el capítulo. Ahora que entré para leerlo, vi que sólo estaba en borrador y lo lamento. 

También quiero avisarles que ya tengo un hermoso final preparado y un epílogo aún más hermoso para esta historia, sólo estoy planeando cómo llegar a él y les aseguro que no falta mucho. 

Y por último, una pregunta: 

¿Cuál es su personaje favorito de la historia y cúal es el que más odian? 

Gracias, lectores. Los amo. 

Bye, bye. 


Enamorando al Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora