-¡¡ROY!! ¡DEJA YA LA GUITARRA! ¡¡¡SON LAS 7 DE LA MAÑANA!!!
Nada ni caso, como si no me oyera... Pero de repente, una pequeña bombilla se enciende en mi cabeza dándome una idea perfecta.
-¡Roy! ¡Hay una Barbie en la puerta y pregunta por ti!-
Eso nunca falla, mi hermano es demasiado, ¿como decirlo? Ah, sí, predecible.- ¿La echo?- digo.
Tres, dos, uno...-¡¡¡Voy, voy!!!-¿Que os decía?- una pequeña sonrisa se extiende por mi cara y choco los cinco mentalmente.
Ahora solo tengo que entrar en su habitación, coger la guitarra y esconderla.
Entro y... ¿sabéis esa sensación de haber entrado en un lugar maldito? ¿En el que en cualquier momento te puede saltar algo, morderte y pasarte algún tipo de enfermedad letal? Pues ese es mi sentimiento ahora mismo. Cuando por fin veo la guitarra, me dirijo hacia ella, esquivando cajas de pizza, calcetines sudados y todo tipo de ropa... La cojo, y doy media vuelta, rehaciendo el camino que había hecho para llegar hasta ella.-¡ALEX! ¡AQUÍ NO HAY NADIE!-
¡Mierda! ¡Corre, corre!-ALEEEEXX -vuelve a gritar.
-¡SE HABRÁ IDO IDIOTA! CÓMO HAS TARDADO TANTO!!- le digo mientras escondo la guitarra debajo de mi cama.
-ROY, ALEX!! ¿PODÉIS CALLAROS?- dice Travis.
-¡ESO! ¡DEJAR DE CHILLAR! ¡QUE ES SÁBADO! - ahora chilla Valeria.
-REUNIÓN AHORA EN EL COMEDOR- chilla también mi padre.
-VOY-gritamos al unísono.
Estamos todos... Roy y Valeria en sillones individuales, yo estoy en otro encima de Travis y mis padres en uno de tres.
Uy... esto pinta mal... ¿toda la familia reunida? ¿Una reunión un sábado a las 7:30 de la mañana?
-Muy bien chicos- dice mi padre interrumpiendo mis pensamientos.- vuestra madre y yo tenemos que algo que deciros, Ana...-vale... ¡¿Esto no puede ir peor?!
-Ok niños, nos vamos a mudar y...
-¿QUE?-Gritamos todos levantándonos de los sillones.
-¡Niños! ¡Dejar terminar a vuestra madre!- vale... cómo iba diciendo,- continua ella- nos vamos a mudar más cerca del instituto, así podréis ir andando y podréis levantaros más tarde, necesito que empaquetéis vuestras cosas. Nos vamos mañana. Ahora cada uno a su habitación a recoger.- y se van los dos tal cual, dejándonos a todos con la boca abierta.
ESTÁS LEYENDO
Pequeños Secretos
RandomNo siempre los adolescentes tenemos la culpa, pero eso los adultos no lo saben... Cada persona tiene un don, algo para hacerse notar, demostrar que has estado aquí, ¡Dejar huella! Pero eso ellos no lo entienden, todo lo que hacemos, todo, dicen que...