Estaba tranquilamente durmiendo cuando noto que mi cuerpo es sacudido por alguien. Abro un ojo, y me encuentro con Val.
-¿Qué pasa?- le pregunto.
-No puedo dormir, ¿puedo quedarme esta noche contigo?- me dice. A lo que yo le respondo que sí.Así que le hago un hueco y le pongo mis cascos con su lista de canciones favoritas.
A la mañana siguiente, me levanto por los rayos de sol... ¿Porque no puse las cortinas? Ahora ya no puedo dormir, así que me levanto, me cambio de ropa y me pongo los zapatos, cojo un libro y salgo al jardín, pero justo antes de llegar a mi hamaca me encuentro con Travis, sin camiseta al lado de la piscina, cuando lo veo, quedo alucinada una vez más por el cuerpo que tiene, y me vuelvo a preguntar cómo es posible que Roy sea tan...Roy, y que Travis sea tan opuesto a él.Un chasquido me saca de mis pensamientos.
-¡Ale! Te has vuelto a quedar embobada. ¿En qué pensabas ahora?-me dice con una sonrisa en la cara-
- En nada Trav, estaba pensando en cosas de... chicas.- no pienso decirle que me he embobado por culpa suya.
-Ya claro... ¿te metes en la piscina? -me dice cambiando de tema- No, gracias, ya tuve suficiente ayer- le contesto sacándole la lengua. A lo que él sigue- ¡Bueno pues tú te lo pierdes!- justo al acabar de hablar se tira a la piscina salpicándome.
-Travis!!- le grito- Tranquila hermanita solo es agua.- dice guiñandome el ojo.
¡Dios! Algún día me lo voy a cargar, y encontraran su cadáver en un contenedor.
Decido dejar de pensar en diferentes maneras de como asesinar a mi hermano y sigo mi camino hasta la hamaca, pero cómo soy yo, antes le cojo la toalla y se la cuelgo en el árbol.
Ahora sí que sigo mi camino con una sonrisa en mi cara, pero esta es borrada en cuanto me encuentro con el otro simio.-Roy... ¿qué haces aquí?- le digo molesta.
-He decidido levantarme tempranito y tumbarme un ratito... ¿Quieres que me vaya? - Me dice con una cara de niño bueno, sorprendida por eso y recuperando mi sonrisa, le contesto- pues si... quería tumbarme un rato para leer...-Ah... claro, pues entonces... ¡no me voy a ir! - me dice poniendo una estúpida sonrisa arrogante en su cara.
-¿En serio? ¿Tu naciste para fastidiarme?- le grito perdiendo la sonrisa por segunda vez y conteniendo mis ganas de pegarle
- Nop, pero me divierte tanto...- suelta sin sacar esa sonrisita de su cara.
¡Dios! Ahora me dan ganas de tirarle de los pelos y... Algo se enciende y se me ocurre una perfecta venganza. Automáticamente, una sonrisa malvada se expande por mi cara, cosa que intento disimular, pero no me funciona muy bien, ya que Roy se da cuenta y se ha levantado a la velocidad de la luz y tiene una cara de miedo digna de fotografiar.
- ¿Ale? ¿Esa sonrisa es para mí?- dice tragando sonoramente- Sip, para ti, solamente para ti- digo ahora sin intentar esconder mi sonrisa- otro día te lo piensas mejor ¿sí?- le digo mientras doy media vuelta dirigiéndome a mi habitación.
-Ale, ¡Alee! ¡Por favor! ¡No volveré a hacerlo! ¡Por favor olvídalo! ¡No me hagas nada!- me dice suplicando. ¡Ja! Demasiado tarde hermanito, demasiado tarde.Al llegar cojo mi skate, dinero mis cascos y mi móvil, (ya que mi hermana se ha ido y lo ha dejado encima de la cama) y me dirijo a la salida de casa, pero antes de salir, una voz me lo impide.
-¿Ale? ¿Dónde vas? - Dice mi madre- Voy a salir a explorar un poco el pueblo ¡Vuelvo antes de comer!- digo mientras abro la puerta de casa y salgo a la calle. Al salir, me pongo los cascos con la música a tope y me pongo a patinar en busca de una tienda donde vendan lo que necesito.
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Pequeños Secretos
RandomNo siempre los adolescentes tenemos la culpa, pero eso los adultos no lo saben... Cada persona tiene un don, algo para hacerse notar, demostrar que has estado aquí, ¡Dejar huella! Pero eso ellos no lo entienden, todo lo que hacemos, todo, dicen que...