13- Que pequeño es el mundo

24 1 1
                                    



-Ale, Ale... venga, levántate

-5minutos ma...- pero justo antes de acabar, recibo una bofetada en la mejilla.

-¡Ni 5 ni 10! ¡Mueve el culo que llegamos tarde! - me chilla Val.

-¿Qué hora es?

-¡Ya son las 8:05! ¡Vaaa!! - tras oír eso, me levanto de un salto abriendo los ojos de golpe. Corro a mi armario y cojo la primera ropa que encuentro. Que son unos pitillos negros con una camisa blanca con las letras "Bad Day" en la parte de delante. Cojo unas Stan Smith, y bajo corriendo las escaleras, pero justo cuando estaba a mitad, me acuerdo de que la mochila esta en mi habitación. Así que volviendo, agarro los libros y los pongo dentro.
Ahora, bajo las escaleras, y me dirijo a la cocina para coger una manzana, ya que es lo único que puedo comer por el camino.

En la entrada, están todos mis hermanos, le doy un beso en la mejilla a Val, y le revuelvo el pelo a Roy.

Después, junto a Travis, nos dirigimos hacia el coche.

-Y bien, ¿cómo te vas a portar hoy? -me pregunta Travis.

-Depende de cómo esté la gente y los profesores- al ver su mirada de advertencia, me corrijo y añado - pero mejor que ayer eh - a lo que él responde soltando una carcajada - más te vale, más te vale...

***

Le doy un beso en el moflete, y salgo corriendo hacia mi edificio, sacando el móvil, miro mi horario. Genial, me toca Biología.

Pero, por si no lo sabíais, soy muy gafe, así que mientras corro y miro el móvil, me acabo chocando con alguien. Pero justo antes de caer al suelo, el chico me agarra de la mano, y me empuja hacia él.

Cuando levanto la vista, me encuentro con unos ojos verdes muy intensos, es moreno y tiene el pelo marrón oscuro. Y tiene el cuerpo bien formado, ¿qué como lo sé? Por que como tiene fuerza, cuando me ha sujetado, me ha empujado hacia él, haciendo que mis manos estén en su torso, y las suyas en mi cadera.

-Sabes, esto me recuerda al típico momento cliché - no he acabado de hablar que él ya se ha puesto a reír.

-¿Sabes? Eres la primera chica que está tan cerca de mí y no intenta besarme.

-Esa soy yo, a mí me van las cosas... como decirlo... sin utilizar.

Ahora somos los dos los que nos estamos riendo, eso sí, seguimos en la misma posición anterior.

-¿Sabes? No me apetece ir a clases, te secuestro. - y acto seguido me levanta y me cuelga como una bolsa de patatas.

-¡Serás idiota! ¡Bájame! ¡He de ir a clase! - en estos momentos, estoy con la cara en su culo, y pegándole con todas mis fuerzas en la espalda.

-¡Tía! ¡Sí que pegas fuerte! -me dice frotándose la espalda, tras soltarme - a y no me trago lo de que quieres ir a clase, porque ayer no te importo mucho saltarte TODAS las clases. -dice riendo.

Mierda, ahí tiene razón...
Bueno, como dicen, si no puedes vencer al enemigo, únete a él, ¿no? Así que sentándome en el suelo, pienso en lo que puedo decir para empezar una conversación...

-Estoy teniendo el honor de estar con la inventora del magnífico nombre: "el duende" - y tras soltar una risa, dice: - ¿sabes? Llevo desde ayer esperando a conocerte. - al ver mi cara de confusión añade -No todos tienen el valor de meterse con Roy, y encima proclamarse culpable, delante de todo el insti, haciendo que todo el mundo automáticamente la respete.

Pequeños SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora